Violencia doméstica: las tres etapas en el ciclo de relaciones de pareja abusivas
Siempre que haya violencia o abuso en el marco de una relación de pareja, se ha identificado científicamente que recrea un ciclo de tres etapas: creación de tensión, explosión y luna de miel
Hace más de un año, el 23 de febrero de 2021, la Comisión Nacional del COVID-19 y Justicia Penal (CCJ) publicó en su sitio web que la violencia contra la mujer en Estados Unidos aumentó un 8.1% respecto al año anterior.
La violencia contra la mujer sigue siendo sumamente prevalente y la violencia de pareja es su forma más
común, dice la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los datos de incremento de maltrato se corresponden exactamente a las órdenes de confinamiento para reducir el riesgo de contagio por el virus del SARS-CoV-2.
Pero incluso cuando, a la fecha, muchas de las medidas de confinamiento se han flexibilizado y las víctimas no están obligadas a quedarse en casa con sus victimarios, los índices de maltrato no desaparecen.
Identificar y comprender las tres etapas en el ciclo de violencia en relaciones de pareja abusivas es de las maneras más efectivas de prevenirla, porque de este modo quien la sufre puede extrapolar más allá de sí el proceso en que está envuelta y finalmente lograr salir de la situación de abuso.
El maltrato normalmente se relaciona a los abusos físicos y sexuales, pero realmente hay más tipos de violencia que incluyen comportamientos difíciles de detectar como tales.
No se trata solo de un grito o un insulto, sino gestos menos escandalosos con los que tu pareja también te puede estar abusando o faltando el respeto.
De acuerdo con la ONG Peace Over Violence, este ciclo de violencia es un patrón de comportamientos que mantiene a los sobrevivientes encerrados en una relación abusiva.
- Primera etapa: creación de tensión. En esta fase, el agresor se pone nervioso y la tensión comienza a acumularse. Aquí es donde la persona maltratada puede sentir que camina sobre cáscaras de huevo.
- Segunda etapa: explosión. Se trata de la explosión real donde ocurre el abuso físico o verbal. Puede durar desde unos minutos hasta varias horas.
- Tercera etapa: luna de miel. En esta fase el perpetrador puede arrepentirse o actuar como si nada hubiera ocurrido. Sin embargo, está interesado en hacer las paces e incluso puede prometer no volver a hacerlo nunca más. La tensión casi siempre comienza a acumularse nuevamente desde aquí y continúa el ciclo.
Peace Over Violence señala que hay por lo menos 8 tipos de abusos que entran en juego en la segunda etapa del ciclo de la violencia en las relaciones. Cada uno de ellos puede estar acompañado de violencia física.
1.- Abuso emocional: cuando el agresor menosprecia a su víctima, la hace sentir mal consigo misma y aplica gaslighting para hacerla creer que está loca.
2.- Abuso económico: el victimario trata de impedir a toda costa que su víctima consiga o mantenga un trabajo, haciéndola pedir dinero, dándole una mesada o quitándole dinero.
3.- Abuso sexual: cuando el agresor coerciona a la víctima a a realizar actos sexuales en contra de su voluntad, agrede físicamente las partes sexuales de su cuerpo o la trata como un objeto sexual.
4.- Uso de los niños en la pareja: en este tipo de abuso, se usan a los niños como “rehenes” para dar mensajes o se usan las visitas como una forma de acosarla.
5.- Amenazas: se trata de cuando el agresor amenaza con lastimarla emocionalmente, con llevarse a los niños, suicidarse o denunciarla a la asistencia social.
6.- Usar privilegios masculinos: está basado en la misoginia. Ocurre cuando la víctima es prácticamente tratada como a una sirvienta, mientras el agresor toma todas las decisiones “grandes” y actúa como el “amo del castillo”.
7.- Intimidación: este tipo de abuso puede ser bastante discreto, sucede a través de miradas, acciones, gestos, voz alta, o también rompiendo cosas, destruyendo su propiedad, etc.
8.- Aislamiento: en este el agresor controla todo o que hace su víctima, a quién ve y con quién habla, adónde va.
Reconocer ser o haber sido víctima de violencia doméstica es un proceso complejo que se impregna de culpa, frustración y sentimientos de humillación. Es importante salir de allí y buscar apoyo psicológico para que esas heridas puedan sanar.
Pedir ayuda ante Violencia Doméstica
En Estados Unidos, existe una Línea Nacional para Violencia Doméstica. Según se indica en la web oficial, «la Ley de Servicios y Prevención de la Violencia Familiar (FVPSA, por sus siglas en inglés) proporciona fondos para la operación continua de una línea telefónica nacional gratuita las 24 horas del día. La línea directa es un enlace inmediato a la ayuda vital para las víctimas. Brinda información y asistencia a víctimas adultas y jóvenes de violencia familiar, violencia doméstica o violencia en el noviazgo, miembros de la familia y del hogar, y otras personas, como defensores de la violencia doméstica, funcionarios gubernamentales, organismos encargados de hacer cumplir la ley y el público en general.»
Se puede acceder a la línea directa a través del número nacional 1-800-799-SAFE (7233) o TTY 1-800-787-3224 o (206) 518-9361 (teléfono de video solo para personas sordas). La línea directa brinda referencias de servicios a agencias en los 50 estados, Puerto Rico, Guam y las Islas Vírgenes de EE. UU.
También te puedes contactar con ellos via email correo electrónico o chat en thehotline.org.
Los servicios se brindan sin distinción de raza, color, origen nacional, religión, sexo, edad o discapacidad (incluida la sordera y los problemas de audición). La asistencia está disponible en inglés y español con acceso a más de 170 idiomas a través de servicios de interpretación telefónica.
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