Diabetes en niños: 8 alertas que no debes pasar por alto
La diabetes en los niños es un problema en crecimiento en los Estados Unidos
La diabetes en los niños es un problema en crecimiento en los Estados Unidos. Identificarla puede ser complejo, pero hay 8 señales que describimos a continuación que no se deben pasar por alto.
Hay dos tipos de diabetes, tipo 1 y tipo 2, y cada una tiene diferentes causas, factores de riesgo y complicaciones.
La diabetes tipo 1 es un trastorno autoinmune que hace que su sistema inmunológico ataque las células del páncreas, deteniendo la producción natural de insulina.
La hormona de la insulina ayuda al azúcar, o glucosa, en el torrente sanguíneo a entrar en las células del cuerpo para ser utilizada como energía.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la diabetes tipo 1 es más común en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Las causas de la diabetes tipo 1 son desconocidas, pero la genética y los factores ambientales podrían desempeñar un papel importante.
Por otra parte, la diabetes tipo 2 ocurre cuando el cuerpo no responde a la insulina que se está produciendo. Aunque no es tan común entre los jóvenes, los diagnósticos de diabetes tipo 2 están aumentando con la epidemia de obesidad entre los menores de edad en el país.
El sobrepeso, la inactividad, los antecedentes familiares y las prediabetes diagnosticada son algunos de los factores de riesgo para la diabetes tipo 2.
Identificar cualquier tipo de diabetes en menores puede ser complicado ya que sus síntomas se pueden superponer.
De acuerdo con los CDC, la diabetes tipo 1 puede desarrollarse rápidamente (en unas pocas semanas o meses) y puede ser grave.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 tiende a desarrollarse lentamente con el tiempo y los niños no experimentan ningún síntoma.
Estas son las 8 señales de diabetes en niños, señalada por Parents, que no se deben pasar por alto:
1. Cambios en los hábitos de alimentación y sueño: las personas con diabetes tienden a beber más agua de lo normal. La condición de salud puede hacerle sentir mucha sed o hambre, sin importar cuánto coma, advierte la Asociación Estadounidense de Diabetes.
- Fluctuaciones de peso: las variaciones no intencionales de peso son comunes antes de un diagnóstico de diabetes, especialmente una pérdida de peso significativa.
- Cambios en la frecuencia urinaria: un aumento en la cantidad de veces que su hijo va al baño tiene una correlación directa con un aumento repentino de la ingesta de agua y podría ser motivo de preocupación.
- Niveles de energía alterados y agotamiento: la fatiga extrema y los cambios en los niveles de energía son razones para levantar una bandera roja, especialmente si su hijo se siente más lento y perezoso de lo normal.
- Problemas estomacales: sobre todo con la diabetes tipo 1 puede haber trastornos estomacales como náuseas, vómitos o dolores de estómago.
- Entumecimiento u hormigueo: Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar neuropatía diabética, que es una forma de daño a los nervios. El entumecimiento u hormigueo son dos de esas maneras.
- Visión borrosa: el cristalino puede hincharse y provocar una visión borrosa. Como resultado, los niños pueden perder el equilibrio y ser incapaces de enfocar con claridad.
- Heridas que sanan lentamente: Si su hijo tiene una llaga, una herida o una infección que dura más de lo normal, podría ser un signo de diabetes tipo 2. Tenga en cuenta que las infecciones frecuentes también son más comunes con la diabetes.
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