Violencia doméstica: 7 formas en las que tu pareja te falta el respeto y podrías no darte cuenta

Esa huída ante una conversción seria, que has pedido y que seguro necesitas, es una falta de respeto hacia tus intereses.

De acuerdo a la doctora Sterling, si tu pareja se cierra en esos momentos, indica que debe irse o simplemente te evita, está siendo desconsiderado. Estás sintiendo una necesidad que no está dispuesto a cumplir.

Es un escenario similar, porque un momento inoportuno significa que tú en ese momento no estás apta ni dispuesta. Por ejemplo, que estés en una llamada telefónica y no pare de hablarte o que te llame aún sabiendo que estás en una reunión.

Otras escenarios inoportunos es cuando estás durmiendo, estás atendiendo una visita o quizás el estrés del momento te impide sostener una conversación. Si insiste en hablar, tu pareja te irrespeta.

La psicoterapeuta Darcy Sterling expone que en toda discusión de pareja los ánimos pueden caldearse, el pulso se acelera y las emociones están vulneradas.

Ante la situación le pides a tu pareja que por favor hablen en otro momento, cuando ambos estén más calmados, por lo que te levantas y te retiras del espacio, pero este se va detrás de ti, vociferando y exigiendo que continúes la discusión.

“Aquí es donde se produce una falta de consideración y de respeto, porque está cruzando tus límites emocionales, es decir, no le interesa tu bienestar”, asegura la experta.

La forma de violencia emocional y de irrespeto preferida por algunos hombres: no te grita, pero te levanta el tono.

Y no siempre se trata de levantarlo, sino de modificarlo. Es decir, cuando hace comparaciones, usa el sarcasmo y expresa frases hirientes en un tono bajo, como: “qué dramática eres”, “siempre yo tengo la culpa” y “claro, tú eres la víctima”.

Esta falta está muy conectada a las dos primeras, porque tu pareja nunca considera tu ánimo, tiempo y ambiente para entablar una conversación.

Y si tú estás dispuesta, entonces lo pospone si argumentos o suelta una frase que entra por los oídos y retuerce un rincón del pecho: “No, ahora yo no quiero”.

Esto es terrible. De pronto llega un amigo a casa y suelta detalles de una información que solo le habías dado a tu pareja. Y claro, “Roberto” es de “confianza”.

Según la doctora Sterling, esa forma de irrespeto también viene con un reclamo: “Pero si tú no me dijiste que guardara el secreto”, pero no detecta que era lo suficientemente íntima o delicada para no compartirlo.

Pero hay otra peor: “Qué tanto, si tampoco es tan importante”. Es allí donde te das cuenta que no puedes confiar en pel.

Tu pareja no solo cree, sino que asegura que su tiempo, comodidad y bienestar están por delante del tuyo. Y cuidado, porque son actitudes clásicas de un narcisista, así que aprende a detectar las frases que utiliza para manipularte.