COVID: pacientes que superaron la infección son más propensos a la enfermedad del ojo seco

Un nuevo estudio del Departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales de la Facultad de Medicina de la Universidad China de Hong Kong halló que 1 de cada 5 pacientes que tuvo COVID-19 informó al menos un síntoma de la enfermedad del ojo seco

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Los pacientes que habían superado el virus del SARS-CoV-2 reportaron en un cuestionario síntomas de la superficie ocular relacionados con el ojo seco: visión borrosa, 9%; picazón, 6.1%; dolor o ardor, 4.8%; lagrimeo o secreción, 3.9%; y enrojecimiento, 3.1%. Crédito: Shutterstock

Los pacientes que superaron la infección de COVID-19 son más propensos a la enfermedad del ojo seco, indicó un nuevo estudio del Departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales de la Facultad de Medicina de la Universidad China de Hong Kong.

La investigación, publicada en Clinical and Experimental Ophthalmology, revista oficial del Real Colegio de Oftalmólogos de Australia y Nueva Zelanda, determinó que 1 de cada 5 pacientes que tuvo COVID-19 informó al menos un síntoma reciente de enfermedad del ojo seco.

Para ello, examinaron a 228 participantes de 1 a 3 meses después de su diagnóstico de COVID-19, entre febrero y diciembre de 2020, y 109 participantes sanos, sin diagnóstico de COVID-19, de la misma edad.

De ellos, se descartó a aquellos que tenían condiciones preexistentes de la superficie ocular, antecedentes de cirugía refractiva o cirugía oftálmica, traumatismo ocular, que habían usado lentes de contacto en los últimos 3 meses o que usaban medicamentos para los ojos de cualquier tipo.

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Los pacientes que habían superado el virus del SARS-CoV-2 reportaron en un cuestionario síntomas de la superficie ocular relacionados con el ojo seco: visión borrosa, 9%; picazón, 6.1%; dolor o ardor, 4.8%; lagrimeo o secreción, 3.9%; y enrojecimiento, 3.1%.

Los resultados a exámenes específicos también mostraron una mayor prevalencia de la presencia de la superficie ocular relacionada con el ojo seco en los que habían tenido COVID-19 frente a los que no.

Además, los científicos notaron que los participantes que fueron tratados con oxígeno suplementario durante la hospitalización por el virus tuvieron un tiempo de ruptura lagrimal que fue 1.6 segundos más corto que el promedio, generalmente de más de 10 segundos.

De hecho, había un mayor riesgo de ojo seco en comparación con los participantes que no habían necesitado oxígeno suplementario durante la hospitalización.

Sugieren que esto responde a que el suministro de oxígeno hace que el flujo de gas aumente la evaporación de la película lagrimal.

De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología (AAO), los ojos necesitan lágrimas para mantenerse saludables y sin molestias. Cuando los ojos no producen la cantidad suficiente de lágrimas, existe una condición llamada ojo seco.

El ojo seco también ocurre cuando las lágrimas no tienen la combinación adecuada de elementos o cuando la película lagrimal no es como debería ser.

Las personas tienden a producir menos lágrimas a medida que envejecen, dice la AAO. Tanto los hombres como las mujeres pueden padecer de ojo seco, aunque es más común en las mujeres, particularmente en aquellas que ya pasaron por la menopausia.

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