Autismo: las mujeres embarazadas con deficiencia de vitamina D tienen 44% más de probabilidades de tener un hijo con esa afección

Las mujeres embarazadas con deficiencia de vitamina D durante la gestación tienen 44% más de probabilidades de tener un hijo con algún trastorno del espectro autista.

Así lo comprobó un estudio colaborativo entre las Universidades de Turku, en Finlandia y la de Columbia, en Nueva York.

La baja ingesta materna de vitamina D durante el embarazo puede influir en el desarrollo del autismo en el niño junto con factores genéticos, tabaquismo materno, edad de los padres al nacer y complicaciones obstétricas, reportó Medical Xpress.

Los científicos también consideraron la edad materna, la inmigración, el tabaquismo, la psicopatología, el abuso de sustancias y la edad gestacional, entre otros.

Las observaciones incluyeron 1,558 casos de trastornos del espectro autista  y un número igual de controles emparejados nacidos en Finlandia entre enero de 1987 y diciembre de 2004, seguidos hasta diciembre de 2015.

"Los resultados son importantes para la salud pública, ya que la deficiencia de vitamina D se puede prevenir fácilmente" 

Los resultados de este estudio se publicaron en la revista Biological Psychiatry.

Previamente, en otra investigación, el grupo de investigación demostró que la deficiencia de vitamina D también se asocia con un mayor riesgo de Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)  en la descendencia.

Dicha investigación se hizo antes de que el país introdujera la recomendación nacional de suplementación con vitamina D durante el embarazo.

Cada vez son más los estudios que relacionan eventos durante o previo a la gestación con las enfermedades que desarrollan los niños.

Este año un estudio halló que los hijos de mujeres que estuvieron expuestas a altos niveles de productos de limpieza y desinfectantes tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar asma.

Dicha investigación evaluó a más de 3.000 madres e hijos y encontró que los jóvenes tenían un riesgo de hasta un 71 % más de padecer la enfermedad si su progenitora trabajaba regularmente con agentes de limpieza.

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