Cómo meditar en casa: 7 claves para aprender esta técnica y reducir el estrés
Te regalamos algunos tips que no solo te guiarán en la técnica de la meditación, sino en cómo crear el hábito todos los días y entrar a un maravilloso "mundo" que habita en tu mente
Lo que en algún momento resultó una tendencia, ahora es una práctica que muchos anhelan aprender. Para los expertos, la meditación es como un paréntesis que ponemos a cada día para darnos la oportunidad de tomar aire, respirar, relajar la mente y sobre todo tomar consciencia de nuestro presente, ese momento exacto que estás viviendo. Por supuesto que la rutina, el estrés y las responsabilidades son como esos «enemigos» que nos impiden cumplirla.
Pero hoy te regalamos algunos tips que no solo te guiarán en la técnica, sino en cómo crear el hábito y entrar a un maravilloso «mundo» que habita en tu mente. Veamos cuáles son:
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7 claves para aprender a meditar en casa y reducir el estrés
Inténtalo cada día
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Un fundamento valioso para aprender a meditar es la constancia, por lo que al inicio es necesario intentarlo todos los días, pues solo así sentirás sus verdaderos beneficios de relajación y antiestrés.
No enfoques la meditación como en un ejercicio físico, una obligación, un objetivo o una meta. Mejor ubícalo como un hábito de tu día a día, tanto como el café de la mañana o la ducha diaria.
Meditar no es dejar la mente en blanco
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Esta es una interpretación en la que muchos nos caemos al momento de meditar, porque creemos que literalmente podemos poner nuestra mente en blanco, y al no lograrlo entramos en frustración.
Acá la idea es dejar fluir nuestros pensamientos sin emitir emociones, sino viendo imágenes (positivas o negativas) que transcurren mientras solo somos conscientes de nuestra quietud y de nuestro aire.
No luches contra tus pensamientos, hazlos tuyos, domínalos y convive con ellos sin que te afecten. De eso se trata dejar la mente «en blanco».
Encuentra tu mejor postura
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Estar sentado con las piernas cruzadas y uniendo nuestros dedos iniciales es la famosa postura de la meditación, la que seguro ves en todos lados, pero no es la única.
Al meditar en casa puedes estar sentado en el suelo, en un sillón o tumbado. Pero acá lo importante es que luego de adoptar una posición no la abandones, porque al registrar movimientos no abandonamos nuestro «yo corporal», lo que sugiere una distracción, que por muy sutil que sea, nuestra mente la codifica, explica Psicología y Mente.
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Enfócate en la concentración y respiración
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Únicamente en tu mente y los sonidos de tu respiración al inhalar y exhalar. Respirar es la clave de todo este arte, queridos, por lo que es de allí de donde no debemos salir. Incluso ni siquiera es necesario que cierres los ojos, sino fijarlos en un punto específico (sin movimientos alrededor). Cuando nos enfocamos completamente en ese punto, entramos en concentración.
Acá no hay economía, responsabilidades, mucho menos compromisos, romances, niños. Aquí solo estás tú coquetando con tu propia mente, brindándole un maravilloso regalo de relajación. La meditación, en parte, es creer sí lo estás haciendo.
Apóyate con la música
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La ventaja de la música es que te desconecta de cualquier fondo, porque un simple maullido de gato puede sacarte bruscamente de tu concentración, y cuando tiene los ojos cerrados tu audición se agudiza.
Coloca una música relejante o quizás un sonido de lluvia, todo lo que contribuya a tu concentración. Si lo seleccionado no funciona, prueba con otra cosa.
Inicia con 10 minutos
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Esto es vital. Cuando estamos aprendiendo a abandonar nuestro «yo corporal», a enfocarnos en nuestra respiración y a navegar por los pensamientos, intentarlo durante mucho tiempo puede ser complicado.
Lo ideal es que inicies con 10 minutos de meditación en casa, y cada lapso de tiempo puedes agregar 1 minuto más hasta llegar a los 30 minutos, que ees el tiempo que los monjes budistas consideran perfecto para meditar. Ve poco a poco, de menos a más y mejorando tus dotes.
Ubica el mejor momento del día
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Justo al despertar, antes de dormir, tras llegar del trabajo o en el ‘break’ del almuerzo. Cualquier momento del día es perfecto para practicar una meditación en casa y reducir el estrés. Sin embargo, los 10 minutos más valiosos son aquellos donde todos los tips anteriores puedes cumplirlos sin inconvenientes. Si alguno de esos pasos no se logra, no era el momento.