¡Hay un ratón en mi casa! cómo hacer una trampa para ratones sin hacerle daño

Enfrentarse a este tipo de roedores en el hogar es todo un reto, debido al tamaño y la velocidad que tienen para escabullirse, apenas segundos después que lo has descubierto. De hecho, tener un ratón en casa o la infestación de ratas son dos de los problemas domésticos más comunes que se viven en Estados Unidos, sobre todo en zonas como Nueva York, Delaware y Washington. Por tal motivo, siempre es necesario estar preparado ante su indeseada presencia.

Sabemos que tu intención no es aniquilar al pequeño «amigo», así que hoy te enseñaremos una trampa para ratones casera con la que podrás capturarlo y sacarlo de tu hogar. Las trampas tradicionales son crueles porque tienden a matar al animal, ya que buscan oprimirlos desde la cola, pero generalmente terminan asfixiados y degollados.

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Cómo hacer una trampa para ratones sin hacerle daño

Materiales que necesitas:

– Una tabla de madera de mediano tamaño y gruesa

– Una botella de refresco de dos litros

– Gancho metálico para colgar ropa

– Tornillos (3)

– Arandelas (3)

– Cortapernos

– Un ladrillo

La explicación paso a paso puede resultar algo engorrosa de leer, pero no te preocupes, ya que te dejararemos un video explicativo para que puedas ir aprendiendo y diseñando la trampa para ratones casera.

Básicamente se trata de sostener la botella y mantenerla fija para que el ratón pueda entrar por la boquilla desde un corto espacio con el ladrillo. Una vez haya ingresado, el propio peso del roedor le impedirá volver a salir, ya que ahora el ladrillo obstaculiza la salida.

No olvides colocar dentro de la botella un pedazo de queso u otro alimento como carnada para que se sienta motivado buscarlo. Asimismo, deja la trampa en un lugar que esté no tan iluminado y por donde tienda a merodear.

Luego que captures al ratón tendrás la facilidad para soltarlo en una zona lejana de tu hogar y sin peligro de que pueda morderte.

Recuerda además que siempre puedes mantener alejados a estos roedores, de modo que no tengan posibilidad de invadir tu casa. Al igual que las propias ratas, estos animales rompen materiales, trepan y hasta nadan, por lo que son una plaga temerosa.

Asegúrate de tener tus ventanas y puertas cerradas, sin olvidar la hendidura debajo de ellas. Asimismo, chequea si hay grietas en las paredes, tuberías abiertas o quizás un desagüe que no tenga su rejilla de protección.

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