Una almohada puede acumular hasta 16 tipos de hongos que provocan enfermedades respiratorias

Es fundamental mantener la higiene de tus almohadas y saber cuándo cambiarlas, ya que estos hongos pueden empeorar la condición de personas con enfermedades respiratorias, como asma y sinusitis

hongos

Las almohadas arrojan algunas señales para identificar si ya caducó su ciclo de vida útil. Crédito: Freepik

Reciententemente hablamos sobre las esponjas para lavar platos y la capacidad que tienen de acumular más de 10 millones de bacterias. Pero salgamos de la cocina y ahora vamos a la habitación, específicamente hasta la cama, porque es allí donde hay un elemento que también requiere de mucha precaución respecto a la higiene: se trata de tu almohada. Según investigaciones científicas, estás apoyando la cabeza en todo un ecosistema de microorganismos, con ácaros, gérmenes y hongos.

De acuerdo a un estudio de la Universidad de Manchester, publicado en 2016, las almohadas pueden acumular hasta 16 tipos de hongos. Para dar con este hallazgo, un total de diez almohadas (cinco de plumas y cinco sintéticas) de entre 18 y 20 años de uso, fueron analizadas por los investigadores británicos.

La doctora Ashley Woodcock, profesora de medicina respiratoria en la Universidad de Manchester, explicó que durante año podemos secretar hasta «100 litros de sudor en una cama. «No lavamos nuestras colchas y almohadas, por lo que son un lugar ideal para encontrar hongos. Y efectivamente los encontramos», dijo para WebMD.

El motivo de que tu almohada pueda estar repleta de hongos se debe a que estos se alimentan de células de piel muerta y héces de ácaros, que por lo general abundan en las almohadas. «Tienes un pequeño zoológico allí», señaló Woodcock. Y es que la temperatura cálida y húmeda que se produce al acostarnos colabora a que se desarrolle este hábitat para los microorganismos.

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Esta es una situación que indudablemente invita a conocer cómo podemos mantenerla lo más higiénica posible y cada cuánto tiempo debe cambiarse, porque ya ha cumplido su ciclo de vida útil. De lo contrario podrían presentarse complicaciones respiratorias en algunas personas, ya que algunos de los tipos de hongos hallados en la investigación de Manchester exacerban el asma y la sinusitis. Incluso pueden llenar de moho, especie fúngica que ya vemos en el pañ añejo y las paredes húmedas.

«Quizás no sea un riesgo para muchos, pero lo cierto es que 1 de cada 5 personas tiene una enfermedad respiratoria que podría empeorar por hongos, sobre todo en las personas con asma y quienes padecen inmunosupresión», advirtió la doctora Woodcock.

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Cómo mantener la higiene en tus almohadas para prevenir la invasión de hongos

Según el portal TN, los expertos recomiendan comenzar con el hábito de cambiar las sábanas de tu cama al menos cada semana. Incluso, de acuerdo a una ginecóloga es pertinente hacerlo luego de tener relaciones sexual. En caso de que no pueda cumplirse esta tarea doméstica con la debida frecuencia, por lo menos deben sustituirse las fundas de las almohadas.

Así tengas almohadas de calidad, sintéticas o con plumas naturales, lo ideal es cambiarlas cada dos años. También deben lavarse dos o tres veces en cada uno de esos dos años, incluyendo su funda protectora, aconseja la National Sleep Foundation de Estados Unidos.

Para saber si la vida útil de tu ha almohada ha caducado, hay una serie de señales que el material te ofrece y que están relacionadas con su calidad. Veamos cuáles son:

– Al doblarla por la mitad debe regresar a su posición natural, en caso de ser una almohada sintética.

– Si se trata de una con plumas naturales, lo normal es que al sacudirla recupere su volumen, de lo contrario, las plumas se han deteriorado.

– Cuando aparecen deformidades o se hunde demasiado, es momento de decirle adiós.

– El mal olor, bien sea sudor, saliva o humedad es un signo irreversible de que debe cambiarse.


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