Qué significa ser un signo de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio
Los tres signos de este grupo mantienen una naturaleza tranquila y fría, que no significa indiferencia, sino resistencia, además de tener una gran fuerza de voluntad y superación
Los signos del elemento aire: Géminis, Libra y Acuario tendrán un buen inicio de año Crédito: Pixabay
Para la astrología, el elemento tierra denota practicidad de vida, estabilidad y energía segura. Y estos son las características principales de Tauro, Virgo y Capricornio, los tres signos de tierra del Zodiaco. Sin embargo, cada uno mantiene su esencia y perspectiva al momento de afrontar distintos escenarios como el amor propio o de pareja, los asuntos económicos y laborales, y la manera de preservar su salud.
De acuerdo a AstroMundos, el elemento tierra les otorga paciencia, pasividad y empatía, teniendo una relación única y particular con el tiempo. Los tres signos de este grupo mantienen una naturaleza tranquila y fría, que no significa indiferencia, sino resistencia, además de tener una gran fuerza de voluntad y superación. A diferencia de los signos de fuego, que tienden a ser más apasionados e impulsivos, diseñan su terreno pacientemente.
Si bien no son tan sensibles como los signos de agua, son sensoriales, valoran el tacto y la proximidad física, incluso creen en la conexión mental. Desde lo laboral son esforzados, pero difícilmente se someten a cambios, mucho menos repentinos. Su elemento tierra les incita a permanecer en su zona de confort y sin correr demasiados riesgos. Desde el amor tienden a manifestar comportamientos distintos.
El significado de los signos de tierra
Tauro
1
Tienen una fortaleza mental impresionante y constantemente aprovechan las ganancias y ventajas que su elemento tierra les proporciona. Para un taurino lo más valioso es la estabilidad, bien sea para lo emocional, laboral y físico, ya que es un signo al que le gusta mantener todo bajo control.
En las relaciones de pareja son leales y detallistas, pero también muy selectivos. Tauro jamás estará con alguien a quien no desea, por lo que prefiere estar soltero a intentar algo que simplemente no les motiva o genera confianza.
Para los asuntos laborales son dedicados y cuidadosos, incluso manteniéndolos en posición prioritaria. Tauro es amante de la estabilidad económica, que no significa adicto al dinero, sino precavido en sus finanzas. Aunque es poco familiar, sí le gusta compartir con sus seres queridos, pero sabe perfectamente cómo disfrutar de su soledad.
Virgo
2
El signo analítico y detallista del Zodiaco. Uno de los grandes inconvenientes que tiene Virgo en el plano amoroso es su instinto de perfeccionista, que muchas veces le juega en contra, es decir, rechaza las maravillas de la simpleza y opta por las historias dramáticas y complicadas, ya que le gusta ser el héroe de la película.
No es fiel a su pareja, ya que la tentación es capaz de causarle problemas, aunque no haya llegado a la infidelidad. Es paciente, perseverante, conciliador e inteligente, pero peca de bondadoso.
La mayor de sus virtudes está en el trabajo, donde destaca por su voluntad y labor en equipo. Es sincero y estratégico, pero detesta los cambios una vez que se ha adaptado. No es muy cuidadoso económicamente, pero siempre tienen un plan para salir airosos de cualquier adversidad financiera.
Capricornio
3
Al igual que Virgo, los capricornianos son uno de los signos más infieles del Zodiaco, debido a que la ven como un instinto natural y humano. Mientras no sean descubiertos, el amor y la sexualidad les hará mirar hacia todos lados.
Aunque el razonamiento no es una de sus virtudes, Capricornio es un signo sabio cuando adquiere experiencia. Es terco, rígido y pesimista, pero nunca se rinde ante un objetivo planteado. En lo laboral son afanados, inquietos y eficientes, lo que les permite desenvolverse con facilidad en cargos de alta envergadura.
En lo financiero son ahorrativos, centrados, inteligentes y con sabiduría para los negocios, lo que les vuelve desconfiados cuando notan algo sospechoso. Este signo jamás se deja engañar.
