10 objetos del hogar que casi nunca limpias y debes hacerlo con mayor frecuencia

Seguro lo usas a diario y un trapo húmedo es la “solución perfecta” para mantener su asepsia. Además, te contaron aquella teoría de que el calor elimina las bacterias… la verdad no siempre ocurre así.

Lo mejor es que apliques algunos productos de limpieza, si están especializados en microondas, mejor. También puedes usar un buen desinfectante diluido en agua o rociar vinagre, que tras actuar unos minutos se retira con agua caliente.

Sobre todo por dentro, una zona a que extrañamente no prestamos atención. Cuando pasa el tiempo y necesitas cambiar la bombilla te das cuenta la cantidad de polvo acumulado que tienen tus lámparas. Ocurre con las de techo y mesa.

¿Pero a quién se le presenta la idea de limpiar el switch para encender y apagar las luces? Seguramente no has pensado en la cantidad de ocasiones que, manos diferentes, tocan dichos interruptores, acumulando virus y bacterias.

Con solo tomar un trapo y un poco de desinfectante paséate por cada uno de los que tienes en casa y desinféctalos. Cuando acostumbres a realizar la limpieza del hogar, no olvides este detalle.

Los tenedores y cucharas no son problema, ya que los lavamos a diario y varias veces. ¿Pero ya pensaste en el cajón donde reposan toda la noche? Lo más curioso es que al momento de limpiarlo aparecen hasta lápices perdidos.

No te imaginas los minúsculos espacios donde se almacenan restos de borra en una cafetera. No te conformes con esa ágil limpieza que le das este objeto y que además utilizas todos los días. Utiliza agua caliente y detergente para dejarlo impecable.

¿Sabías que un teclado puede acumular más bacterias que tu inodoro? Sin duda este es uno de los objetos más sucios que puedes encontrar en casa y solo en ocasiones nos dedicamos a limpiarlo.

Puedes comer, beber, estornudar, toser sobre el teclado de tu computadora y este seguirá funcionando. Sin embargo, en solo unas semanas los gérmenes nadarán en su interior.

Aplica un trapo húmedo con desinfectante e incluso bastoncillos de algodón (hisopos) para las partes menos accesibles.

Es un caso muy similar al del teclado o los interruptores de luz, ya que los tocamos constantemente durante el día. Con la diferencia de que el control de tu televisor se “oculta” entre los cojines del sofá, acumulando polvo, o pasa por varias manos durante la cena.

Con solo aplicar alcohol en un trapo húmedo y pasarlo sobre el objeto estarás haciendo un gran favor a tu salud y a la vida útil del artefacto.

Solemos limpiarla vagamente, sin quitar los libros y sacudiendo un trapo sobre ellos. Aunque la tarea es engorrosa, es necesario dedicarse a la biblioteca de tu casa, porque con el tiempo acumula polvo, gérmenes y algunos insectos muy pequeños que los dañan.

Con un par de veces al año será suficiente, pues abusar de su limpieza puede deteriorarlas. También es recomendable que lo hagas en casa y las seques al sol.

Es un escenario muy similar al del microondas, porque erróneamente pensamos que el calor lo mantendrá desinfectado. Y es que no siempre vas a utilizarlo, por lo que si en la última oportunidad quedaron restos de comida, imagina lo que va a ocurrir.

Aplica productos especiales para hornos o agua con detergente para darle una limpieza profunda, incluyendo los quemadores, ya que al taparse le restan poder de cocción al electrodoméstico.