5 cosas que no sabías sobre las personas alérgicas al agua
Son muy pocos los casos diagnosticados, cerca de 35 alrededor del mundo, pero existen personas que padecen de la conocida como urticaria acuagénica
La urticaria acuagénica (o alergia al agua) es una rara urticaria física provocada por el contacto con el agua. Dicho contacto origina la aparición de ronchas o habones y mucho picor.
En algunos casos puede afectar a las mucosas provocando dificultad para tragar o respirar.
Su causa es desconocida y es una de las urticarias más infrecuentes e invalidantes, ya que dificulta actividades diarias como el baño o la ingesta de líquidos.
Los síntomas aparecen entre 20 y 30 minutos al entrar en contacto con el agua y desaparecen a la hora. Esta reacción ocurre con cualquier tipo de agua: del grifo, salada, de ríos y a cualquier temperatura.
La cuenta de Tik Tok de Farmacéutico Fernández también se hacía eco de esta noticia y explicaba que hay grados de intensidad de esta alergia:
«En muchos casos no se pueden duchar y cuando lo quieren hacer tienen que tomar antihistamínicos para controlar la reacción que les va a dar».
¿Sirven en este caso las pruebas de alergia?
A pesar de que esta enfermedad se conoce popularmente como “alergia al agua”, no puede estudiarse mediante pruebas de alergia comunes.
Lo que sí es posible, es practicar una prueba de provocación, que se realiza mojando la piel del paciente con agua dulce o salada, y a diferentes temperaturas.
Como muchas veces la enfermedad se puede combinar con otras urticarias físicas, se suele probar si el paciente tiene también urticaria por presión o por frío.
Los análisis de sangre no suelen dar ninguna alteración en la urticaria acuagénica.
Cómo se bañan las personas con alergia al agua
Tal y como te puedes imaginar, la vida de una persona con alergia al agua está muy condicionada con este hecho.
Si nos paramos a pensar la cantidad de veces durante un día que nos exponemos a este líquido, te darás cuenta de que parece casi imposible poder vivir sin tener que tocarla.
Una de las grandes incógnitas que se nos presentan es cómo se duchan las personas con alergia al agua: la realidad es que, dependiendo del caso y de la afectación, los pacientes optan por distintos métodos.
Hay algunos que intentan limitar los baños, reduciéndolos a un máximo de 2 semanales, pasando muy poco tiempo debajo del chorro y tomándose dosis de antihistamínicos previamente.
En los casos más extremos optar por métodos higiénicos que no requieran del uso de agua.
A continuación te explicamos otras de las cosas que hacen para hacer más llevadero su día a día y evitar las reacciones alérgicas:
- Vestir con prendas claras para evitar los rayos del sol y el calor.
- No hacer ejercicio físico que lleve al sudado.
- Beber leche en vez de agua.
- No salir los días que llueva.
- Utilizar aire acondicionado para evitar sudar.
Hay que destacar que esta enfermedad puede afectar enormemente la persona a nivel psicológico, es más, los pacientes deben aprender a controlar sus emociones para evitar una excitación que lleve al sudor, por ejemplo, los nervios.
Tratamiento para la alergia al agua
Dado que se trata de una alergia muy rara, hasta el momento aún no hay ningún tratamiento disponible para esta afección.
No obstante, en los últimos tiempos los científicos desarrollaron un medicamento llamado Omalizumab, que se utiliza para el asma y que es muy eficaz bloqueando los efectos del IgE, el anticuerpo que nos provoca algunas de las alergias más comunes, como la del polen o la de los gatos.
Actualmente este medicamento está siendo probado pero, mientras ranto, los afectados por esta alergia al agua se tienen que conformar con ingerir grandes cantidades de antihistamínicos cada vez que no tienen ninguna otra opción que ponerse en contacto con el agua.