4 Consejos para gestionar la tristeza fuera del consultorio terapéutico
La tristeza puede aparecer al perder a un ser querido o al no cumplirse nuestras expectativas
Las emociones son parte del ser humano: son intrínsecas a nuestro comportamiento y forma de experimentar la vida.
Sin embargo, las emociones pueden convertirse en un obstáculo para la vida diaria y las relaciones con los demás si no aprendemos a darle el espacio y lugar que tienen.
Paul Ekman, eminente psicólogo y pionero en el estudio de las emociones y profesor de psicología de la Universidad de California, describió 7 emociones básicas del ser humano.
Todos experimentamos estas 7 emociones a pesar de que las expresemos de distinta manera. Estas son la tristeza, la ira, la sorpresa, el miedo, el asco, el desprecio y la alegría.
¿Qué es la tristeza?
Todos experimentamos la tristeza como emoción a lo largo de nuestra vida, y se puede decir que es una especie de dolor emocional que se presenta en los momentos más difíciles para un ser humano.
Puede aparecer al perder a un ser querido, al no cumplirse nuestras expectativas respecto a quienes somos o quiénes nos acompañan, recibir el diagnóstico de una enfermedad y otras situaciones cotidianas.
Existe una explicación neurofisiológica para esta emoción tan importante está relacionada con una disminución en los niveles de serotonina: el neurotransmisor más relacionado con la felicidad.
Con diferentes estudios, se demostró un aumento en la actividad de la corteza rbitofrontal y bilateral inferior.
Eso es la tristeza a nivel neurológico y a nivel psicológico. Es el estado de ánimo opuesto a la alegría.
La tristeza puede estar producida por un suceso desfavorable, y suele manifestarse con pesimismo, insatisfacción y tendencia al llanto.
Sin embargo, aunque sea desagradable, la tristeza es el primer paso para superar una pérdida, pues activa el proceso psicológico que nos permite superar duelos, desilusiones o fracasos.
Lo importante es saber que la tristeza es un proceso temporal que, como la marea o las olas del mar, va y vuelve a lo largo de la vida.
Si todas estas manifestaciones se presentan muy seguido o por un periodo grande de tiempo de manera ininterrumpida, es momento de buscar ayuda profesional.
¿Cómo gestionar la tristeza?
Por más desagradable que sea, la tristeza es parte de la vida, y es un proceso psicológico fundamental, puesto que facilita la introspección y ayuda a aceptar la situación que estés atravesando.
Las emociones son señales informativas sobre los procesos y las conductas que experimentas; te permiten adaptarte a tu realidad.
A través de la tristeza, es posible tolerar el dolor, las pérdidas, los fracasos, las desilusiones y, más importante aún, empatizar con la tristeza de los demás.
Sin embargo, cuando la tristeza es la que toma el control y no es gestionada de manera saludable, más que una señal informativa, se convierte en un obstáculo.
Recomendaciones para gestionar la tristeza fuera de la terapia
Es importante tener ayuda terapéutica para gestionar la tristeza, pero fuera de ese espacio de contención, es importante hacer algunas cosas que permitan generar espacios a otras emociones:
- Aceptar la tristeza
Es muy común tratar de evitar estar triste. Sin embargo, el primer paso para poder gestionarla es aceptar la tristeza como un proceso normal, identificarla y permitirte sentirla.
No es un signo de debilidad estar triste, por el contrario, aceptar y enfrentarla es una de las cosas más valientes que podemos hacer.
- Buscar soluciones o consuelo
El siguiente paso sería tomar acción sobre la situación, evaluar qué cosas están en tu poder para cambiar tu realidad.
Si la causa de la tristeza no tiene solución, como la pérdida de un ser querido, aún puedes buscar consuelo y apoyo en tus personas cercanas.
- Meditar, escuchar música y practicar ejercicios de relajación
Practicar la meditación, ejercicios de respiración, escuchar música alegre o hacer ejercicio son todas actividades que aumentan los niveles de serotonina y facilitan la gestión emocional de la tristeza.
- Contacto social
Los seres humanos somos seres sociales. La capacidad que tenemos para juntarnos en los momentos difíciles nos recarga y nos permite superar cargas muy pesadas que, de lo contrario, no podríamos.
El no aislarte y mantenerte en contacto con tus amigos y familiares te ayudará a tolerar la tristeza de la mejor manera.
- Buscar ayuda profesional
La tristeza, como todas las emociones, debe ser pasajera. Hay que mantener un estado de equilibrio con el resto de las emociones.
Cuando la tristeza se convierte en un obstáculo por mucho tiempo, de manera ininterrumpida, y afecta tus relaciones y tus actividades de la vida diaria, es momento de buscar ayuda profesional para poder disfrutar de los beneficios de ir a terapia.