Estas son las razones más conocidas de por qué aumentas de peso en invierno
Hay muchas razones que explican la tendencia que tenemos a ganar peso en los meses de invierno
¿Te ha pasado que aumentas de peso en invierno? Parece que el metabolismo se detiene para procesar la comida pero se acelera para pedirte más y más alimentos durante el día.
Es común estar en una mesa y dentro de las conversaciones escuchar: «Estoy aumentando de peso», «No paro de comer», «No sé qué pasa, pero no me sirve la ropa del invierno pasado».
Son muchas las razones de por qué aumentas de peso en invierno, sin embargo, pocas personas las conocen y por eso cuesta tanto tomar medidas que ayuden a prevenir este efecto.
Algunas de las razones de por qué solemos aumentar de peso en invierno son las sociológicas (en invierno hay un mayor número de reuniones que permiten el espacio para comer más carbohidratos y carnes, todo en platos calientes con guisos para sobrellevar el frío.
Sin embargo, también hay razones psicológicas de por qué aumentamos de peso en invierno, y es simplemente porque estamos más tiempo encerrados en casa, lo que puede despertar la ansiedad de comer, y con ello la ingesta de comida “por aburrimiento”.
Las razones de por qué aumentas de peso en invierno
Según varios expertos, nuestro cuerpo demanda más azúcar y almidón en invierno, pero en realidad no los necesitamos, he aquí la principal razón de por qué aumentas de peso en estos meses del año.
Además, explican que el hombre evolucionó siendo un depredador y, al igual que el resto de animales cazadores, tiene niveles altos de azúcar en sangre durante los meses fríos.
La serotonina también provoca el aumento de peso en invierno
La serotonina en un neurotransmisor encargado de regular la temperatura corporal y el apetito. Esto es clave porque sus niveles son más bajos en invierno, debido al cambio en los ciclos de día y de noche.
Por ejemplo, cuanto más largas son las noches, menos serotonina se produce y como la serotonina influye en nuestro ánimo, buscamos que aumente, ya sea con la luz del sol o con niveles de insulina.
Y por eso, aumentan el consumo de dulces y carbohidratos, alimentos que aceleran la secreción de serotonina.
Convirtiéndose en un círculo vicioso: cuanta más insulina segregamos, más azúcar y alimentos ricos en almidón queremos consumir. Por esta razón se aumenta de peso en invierno.
La única manera de revertir esta situación es, lógicamente, comer menos dulces y cereales, algo que puede lograrse si tenemos una dieta más centrada en la proteína.
La melatonina y el cansancio también es una razón
La melatonina es una hormona que sintetiza la serotonina y cuyas concentraciones varían de acuerdo a los ciclos solares.
Sin embargo, esta hormona necesita menos luz, por lo que cuando los días son grises más melatonina segregamos.
Esta sustancia es fundamental en la regulación de nuestro reloj biológico y es la principal responsable de tener la sensación de cansancio perenne. Especialmente en los días más oscuros.
La melatonina sirve para dormir correctamente por las noches, y los trastornos en su producción suelen provocar problemas de sueño que decantan en ansiedad y otros problemas de salud mental.
Pero no regular esta hormona, hace que cada vez seamos menos activos en invierno y, por tanto, consumamos menos calorías.
El aumento de la melatonina no sólo podría hacer que comamos más, además fomenta el sedentarismo, pues estamos más cansados y somos menos propensos a realizar cualquier tipo de actividad física.
Dos razones claves para entender por qué aumentas de peso en invierno: Consumo masivo de azúcares y carbohidratos, menos actividad física por la sensación de cansancio.
Bajan los niveles de Vitamina D
Si bien es cierto que la vitamina D está presente en algunos alimentos (como los pescados grasos, el marisco, el huevo o los lácteos), también es una vitamina que incorporamos en el cuerpo a través de la exposición del sol.
Esta es una de las razones de por qué aumentas de peso en invierno. Según varias de estas investigaciones, un nivel bajo de vitamina D podría estar directamente relacionado con la obesidad.
Además otros trastornos como la diabetes y algunas enfermedades cardiovasculares tendrían una asociación que debería preocuparnos, especialmente en invierno, debido a los hábitos de ingesta de alimentos.
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