¿Qué es la «regla 3×3” que puede hacer feliz tu matrimonio?
Si bien no existe una fórmula mágica, lograr un matrimonio feliz va más allá de las relaciones sexuales o de la pasión, y quizá tenga que ver con las cosas simples de la vida
No hay que ir a una terapia de pareja para saber que cuando los miembros de un matrimonio están cansados y frustrados la relación empieza a dejar de funcionar. No importa cuánto sexo tengan, cuán atractivos sean el uno para el otro o cuántos años tengan juntos: la crianza de los hijos es una tarea tan abrumadora como hermosa. Pero existe una “regla 3×3” que puede hacer feliz tu matrimonio. ¿Y qué es?
Padres abrumados
Bek Day es madre de dos hijos, uno en edad preescolar y una bebé. Su esposo está comprometido con la crianza de los niños, pero aún así, ella confiesa sentirse abrumada en algunos momentos… y entonces escapa a la cocina para preparar la cena.
En un artículo, Day narra su molestia luego de que su esposo se encerró en la habitación para tomar una siesta mientras los niños estaban despiertos y “ocupados”. La situación desencadenó una discusión en la pareja que terminó de la manera más positiva: ambos decidieron tomar acción.
La “regla 3×3”
El esposo de Day sugirió poner en práctica la “regla 3×3” que un amigo suyo había puesto en marcha con su esposa luego de acudir con un consejero matrimonial. Se trata de que cada miembro de la pareja tengan tres horas a la semana exclusivamente para ellos. Ese tiempo puede dividirse entre los siete días de la semana o tomarlas en un solo momento, pero es necesario que tanto el hombre como la mujer sepan que tendrán tres horas completamente a solas para ellos.
Además pueden reservarse tres horas adicionales a la semana para pasar un tiempo en pareja, igualmente divididas entre los siete días de la semana o en un solo momento. De esta manera cada quien puede contar con un tiempo para sí mismo y pueden dedicar tiempo a la relación que usualmente queda relegada cuando llegan los hijos.
Vale la pena probar
Day asegura que, después de un mes de probar la “regla 3×3”, el cambio en su relación fue sorprendente: “¿Estamos mágicamente descansados y rejuvenecidos? Uh no. Pero sucedió algo aún más profundo: todo el resentimiento, ese cáncer silencioso que corroe los matrimonios, realmente se ha desvanecido”, escribe.
Claro, para poder implementar esta regla es necesario que lleguen a un acuerdo como pareja y que respeten el tiempo de ambos como si fuera sagrado. Al descansar a solas y dedicarse a hacer lo que quieran durante unas horas a la semana, lejos de las tareas del trabajo, de la casa o de los hijos, además de pasar un tiempo en pareja como en los viejos tiempos, se estarán ocupando no sólo del bienestar individual sino de retomar y reforzar los lazos que inicialmente les condujeron a formar una familia.
Quizá no puedan iniciar con un “3×3” pero sí con un “2×2” a la semana para empezar a probar las mieles de la recomendación. Posteriormente podrían extender poco a poco la regla hasta llegar al ansiado “3×3”. Vale la pena intentarlo.