Día de la Madre: 4 cosas que tienes que aceptar para tener una mejor relación con ella
Hay madres de todos los tipos, relaciones madre e hijo o madre e hija que son buenas, buenísimas, malas y hasta peores
Este 14 de mayo se celebra el Día de la Madre para este año. La relación con tu mamá, independientemente de la edad que tengan, puede ser compleja. Te decimos 4 cosas que tienes que aceptar para tener una mejor relación con ella.
Son las personas que naturalmente se preocupan más por nosotros, por nuestro bienestar, por nuestras decisiones, pero en ocasiones les podemos reprochar la manera en la que lo dicen y la autoridad con la que lo hacen.
Hay madres de todos los tipos, relaciones madre e hijo o madre e hija que son buenas, buenísimas, malas y hasta peores. En todo caso, igual esa es la madre que tienes y no hay manera de cambiarla, así que “o corres o te encaramas”.
Una infancia difícil puede hacer guardar mucho resentimiento, que ya cuando somos adultos tenemos que manejar por nuestra cuenta, yendo a terapia con un profesional de la salud mental y practicando la aceptación.
De cara al Día de la Madre, probablemente quieras, o incluso te sientas obligado, a compartir algo de tiempo con ella y si las relaciones están algo tensas. A continuación te dejamos 4 cosas que tienes que aceptar para que tengan una mejor relación.
1. Aceptar que las madres no son perfectas
Las madres están glorificadas por la sociedad como seres todopoderosos, sobre todo en la cultura latinoamericana. Como tal se les exige para que sean unas “buenas madres”, las madres modelo, las madres perfectas, pero luego de que crecemos reclamamos que lo que tenemos es un simple mortal.
Hacemos pataletas, porque debía habernos tocado una madre perfecta, ¿no es así? Bueno, no. La realidad es que no.
La psicóloga Tara Cousineau de Milton, autora de The Kindness Cure: How the Science of Compassion Can Heal Your Heart and Your World, aseguró que creamos una imagen idealizada de cómo queremos que sean nuestras mamás, y eso nos acompaña a lo largo de nuestra vida.
Lo cierto es que, a medida que envejezca, se enraizará aún más en su forma de pensar y si no soltamos esa imagen idealizada, puede ser realmente decepcionante.
En cambio, aceptar que no es perfecta, te puede liberar de tus propios prejuicios y ahorrarte muchos malos ratos.
2. Di lo que necesites como un paso importante hacia el futuro y lejos de las dificultades del pasado
Nuestras palabras se pueden cargar de las dificultades del pasado para reclamar cosas del presente. La solución no es dejar de decir las cosas, sino más bien, decirlas con un enfoque hacia una mejor relación en el futuro.
La base de toda buena relación, del tipo que sea, es la comunicación y tener una fluida con tu mamá puede ser sumamente enriquecedor.
3. Entender que no todo se trata de ti
Cuando se trata de la relación con mamá, puede ser difícil comprender que la misma cantaleta que llevas escuchando toda tu vida no tiene nada que ver contigo.
Las personas son el resultado de su historia particular y muy probablemente haya cosas que no sepas (y que no tengas que saber) de la suya. No reaccionan por los demás, sino de acuerdo a las experiencias que han tenido.
Lamentablemente, son especialmente aquellas traumáticas las que hacen más daño a las personas de su alrededor. Pregúntale a tu mamá cómo fue su infancia. Puede obtener una mayor comprensión y, a través de eso, una mayor compasión. En estos casos puede ser útil aplicar la recomendación anterior.
4. Cambia el guion
Si sabes que hay un tema álgido que genera roces, mejor tomar el control de la situación y cambiarlo. Puede ser muy tentador esgrimir las mismas excusas, la misma posición, pero eso no les llevará a ningún lado.
Ya sabes lo que dicen: es de locos hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes. Entonces, si no puedes cambiar el tema inminente, cambia el guion, todo lo que dices alrededor de la materia.
También te puede interesar: