5 reglas para visitar a un recién nacido, según expertas
De acuerdo a MiNuNú, una agencia de niñas profesionales con sede en Cancún y Ciudad de México, existen al menos 5 reglas que debes considerar al momento de visitar a un recién nacido
Los bebés recién nacidos son muy delicados y un simple toque en su piel ya puede significar un riesgo para su salud. Crédito: Shutterstock
La cantidad de imprudencias que pueden ocurrir alrededor de un recién nacido son dignas de una enorme lista. Y no se trata de fumar, hablar fuerte o toser y estornudar, sino otro tipo de hábitos que no todos identifican como algo incorrecto. Sin embargo, por si no lo sabías, un bebé de meses puede ser mucho más delicado de lo que crees.
De acuerdo a MiNuNú, una agencia de niñas profesionales con sede en Cancún y Ciudad de México, existen al menos 5 reglas que debes considerar al momento de visitar a un recién nacido. Además de su mamá, ese bebé también te lo agradecerá.
5 normas básicas, pero fundamentales, cuando visites a un recién nacido
No besar sus mejillas o manos
1
Conocer a un bebé recién nacido es una linda experiencia, y probablemente, la emoción te provoque «apapacharlo», pero debes saber que esto tienes sus límites.
Besar a un recién nacido, por ejemplo, en sus manitos y mejillas, puede ser irrespetuoso y hasta peligroso. Su sistema inmunológico todavía es demasiado frágil, y si le llegas a transmitirle alguna enfermedad, podría ser fatal para el bebé.
Tal vez no pase nada, porque estás completamente sano, pero el riesgo no vale la pena.
No des consejos que no te pidan
2
Las madres, en especial si son primerizas, suelen agotarse de la cantidad de información que reciben de otras personas. Desde la posición «perfecta» para amamantar, hasta cómo sacarle los gases al bebé, son consejos que deberías reservarte, a menos que te pidan una idea.
La idea es no abrumar a la mamá que estás visitando, y mucho menos debes cuestionar los métodos que ha estado utilizando con su bebé. Debes guardar prudencia para no sonar inoportuna, a menos que presencies algo que pueda poner en riesgo la vida del recién nacido.
Nunca llegues de sorpresa
3
La familia está en un proceso de adaptación por la llegada del nuevo integrante y si llegas de sorpresa, en lugar de ser agradable, tu visita seguramente será muy incómoda.
A esto se le suma que el cansancio y el desorden que debe haber en ese hogar en estos momentos, así que lo más sensato es que tu visita sea programada para que ellos se puedan organizar.
Otro punto importante es que debes de llevar toda tu disposición de ayudar, que la familia sepa que estás ahí para apoyarles en caso de que haga falta y no ser una carga.
Lava bien tus manos antes de tocar al bebé
4
Al igual que con los besos en las mejillas y manos, tocar a los bebés recién nacidos puede comprometer su sistema inmune si no te lavas las manos primero, así que evita hacerlo sin desinfectarlas.
Recuerda que a lo largo del día tocas una cantidad de cosas que podrían tener gérmenes y bacterias que a ti no te afectan, pero un bebé sí. Cuando le tocas la manita, esta se la llevará después a su boca y podría enfermarse.
No interrumpir si lo están amamantando
5
El momento en el que la mamá está amamantando a su bebé recién nacido es sagrado. Asume que no tienes el derecho de interrumpirlo, ni para dar algún consejo, ni porque estés haciendo una visita. En definitiva, bajo ninguna circunstancia.
Debes respetar los tiempos del bebé con su mamá, sobre todo si se está alimentando.
Aunque visitar a un bebé recién nacido es un gesto noble, e incluso divertido, si no tomas las medidas pertinentes podría ser muy desgastante y hasta inoportuno para los nuevos papás. Si quieres que todo salga bien, sigue estas cinco reglas de oro y no acabes cometiendo la peor imprudencia de tu vida.
