Cómo saber si tu suegra se quiere apoderar de tu hijo: 10 banderas rojas
Las relaciones entre la suegra y su yerno o su nuera generalmente se describen como tensas y las cosas pueden ir para peor cuando se intenta apoderar de su nieto
La comunicación con tu pareja es clave para transmitirle tu perspectiva sobre las situaciones, que a lo mejor él o ella podrían estar pasando por alto, ya que se trata del comportamiento de su propia madre. Crédito: Shutterstock
Las relaciones entre la suegra y su yerno o su nuera generalmente se describen como tensas, como una figura que constantemente busca entrometerse en la relación para “proteger a su retoño”, pero las cosas pueden ir para peor cuando se intenta apoderar de su nieto. Te decimos 10 banderas rojas para notar que está ocurriendo.
Si ya de por sí puede ser complicado de llevar el control que tu suegra te quiere imponer a través de tu pareja, el panorama pinta mucho peor cuando se trata de tu hijo.
Al final todo se trata de dónde están tus límites y cuáles son tus condiciones particulares, pero ten presente que la tutela de los pequeños recae sobre los padres y estás en todo tu derecho de conversar con tu esposo/a respecto a los comportamientos de su madre que a tu juicio interrumpen el modelo de crianza que quieres impartir.
La comunicación con tu pareja es clave para transmitirle tu perspectiva sobre las situaciones, que a lo mejor él o ella podrían estar pasando por alto, ya que se trata del comportamiento de su propia madre.
Entonces, ten en cuenta estas 10 alertas de que tu suegra podría estar tomando más de lo que le compete en la relación con su nieto:
No respeta horarios
1
Una suegra que no respeta horarios hace que ningún plan sea certero, tanto con tu pareja como con tu hijo. A ella le conviene que no haya una rutina para así poder marcar la pauta de lo que se hace con base en sus deseos y determinaciones.
En estas situaciones es importante acordar un horario de visitas o un día de la semana en el que puedan compartir. A veces este tipo de acuerdos se pasa por alto y en ese caso la responsabilidad recae sobre ti por no poner los límites oportunamente.
Jamás recuerda tus instrucciones
2
Otra bandera roja de que tu suegra puede querer apoderarse de su nieto es que jamás recuerda tus instrucciones respecto a cómo disciplinarlos.
Y sí, es cierto que los abuelos están para consentir a los pequeños, pero hasta qué punto es sano. Si, por ejemplo, no quieres que tu hijo coma más de una cantidad específica de azúcar al día por las razones que sea y cuando regresa de estar con la abuela se ha comido un paquete entero de galletas, no es tan sano.
Lo mismo puede ocurrir con que hayas establecido un horario de visitas que luego afirma no recordar.
Tu suegra solo escucha a su hijo/a
3
Puede ser desesperante el hecho de sentir que tu voz no tiene peso a la hora de lidiar con tu suegra, que no respeta tus límites ni tus instrucciones respecto a su nieto. Sin embargo, parece entender perfectamente cuando su propio hijo/a le habla.
Reflexionar sobre lo injusto de la situación solo te llevará a estar más frustrada. Por el contrario, habla con tu pareja y explícale la situación para que en futuras ocasiones sea el puente para transmitir mensajes sobre lo que es aceptable para ti y lo que no lo es.
Te menosprecia de manera reiterada
4
Ser menospreciado/a constantemente por tu suegra es un verdadero reto, porque al final se trata de la madre de tu pareja y de la abuela de tu hijo.
Además, nunca podrás responderle como quisieras por mantener un buen ejemplo para tu pequeño y no caer en sus trampas.
Se trata de un juego de pasivo-agresividad al que puedes darle la vuelta y volverlo aleccionador tanto para ella como para tu hijo.
Si le dices a tu suegra con calma que sus palabras te molestan, es posible que en el futuro deje de hacerlo y tu hijo también aprenda una lección de comunicación asertiva y manejo eficiente de las emociones.
Tu suegra señala problemas dentro de tu hogar
5
Como estrategia para justificar sus actos, tu suegra puede señalar problemas dentro de tu hogar que pueden, o no, estar ocurriendo. Por ejemplo, si ha habido discusiones recientemente o si estás en medio de un proceso de divorcio, puede alegar que actúa para preservar la integridad de su nieto.
Sin embargo, como madre/padre debes evaluar hasta qué punto esto es real o no, porque sí, pueden estar pasando cosas, como en todo hogar, pero eso no significa que sea una limitante a la hora de cuidar y criar a tu hijo.
Es manipuladora emocionalmente
6
Si tu suegra recurre al chantaje emocional para obtener lo que quiere, puede que los esté manipulando, porque te sentirás obligado/a a cambiar todos los planes solo para que ella pueda lograr su cometido.
En este punto es importante no ceder, decirle que tienes otras cosas en agenda, y ofrecerle espacios de tiempo que funcionen para ti y para tu hijo.
Solo piensa en sí misma
7
Cuando se lidia en los términos de una persona manipuladora emocionalmente, ella solo verá por sí misma.
La suegra egocéntrica, puede ejercer mucha presión sobre ti para mantenerla feliz asegurándose de responder a todas sus demandas, especialmente cuando se trata del tiempo cara a cara con los niños.
Es rencorosa
8
Ya han pasado dos años de aquel incidente que tuvieron y por el cual te disculpaste, pero igualmente tu suegra se encarga de sacarlo a relucir cada vez que ocurre una discusión junto a una retahíla de otros escenarios que a su juicio estuvieron mal.
Se trata de una manera de mantener un dominio sobre ti, haciéndote sentir culpa por ser una mala madre, una mala esposa o incluso ambas.
Es hipócrita
9
Cuando tu suegra se vuelve falsa e hipócrita es una bandera roja que te alerta que no puedes confiar en ella. Esto se puede ver en situaciones en las que se compromete a hacer algo por las apariencias, pero luego realmente no lo hace.
Con ello, nunca puedes tener certeza de si ella te está diciendo la verdad, lo que te hace sentir incomodidad.
Tu suegra nunca se disculpa
10
Puede haberse equivocado, haber cometido algún error, deliberadamente transgredir tus límites, pero nunca se disculpa.
No solo está dominando su relación al nunca admitir la culpa, sino que también está dando un mal ejemplo a tu hijo sobre cómo comportarse cuando se han equivocado.
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