Cáncer de colon: 5 hábitos diarios que aumentan tu riesgo de padecerlo
El cáncer de colon tiene un gran componente genético, pero también puede tratarse de hábitos, esas cosas que haces (o dejas de hacer) a diario y que con el tiempo se acumulan y pasan factura
Si tu dieta no incluye fibra, te estás limitando de ingerir nutrientes importantes para prevenir enfermedades crónicas como el cáncer. Crédito: Shutterstock
El cáncer de colon es el cuarto cáncer más frecuente en hombres y mujeres, con excepción de algunos tipos de cáncer de piel, y de hecho es la segunda causa principal de muerte por este mal en los Estados Unidos. Hay 5 hábitos diarios que aumentan tu riesgo de padecerlo.
El cáncer es una enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control. La manera más eficaz de reducir el riesgo de cáncer colorrectal es haciéndose pruebas periódicas de detección a partir de los 45 años de edad.
Las pruebas de detección pueden descubrir pólipos precancerosos (crecimiento de tejido anómalo en el colon o el recto) con el fin de que se extirpen antes de que se conviertan en cáncer.
A pesar de que esta enfermedad tiene un gran componente genético también puede tratarse de hábitos, esas cosas que haces (o dejas de hacer) a diario y que con el tiempo se acumulan y pasan factura.
No hacer ejercicio de forma regular
1
Mantener un estilo de vida sedentario podría aumentar tus probabilidades de riesgo y de muerte por cáncer de colon. La actividad física parece tener un efecto protector que ayuda a reducir el riesgo de cáncer de colon, debido a que una mayor aptitud cardiovascular está relacionada con un menor riesgo.
En general, pasar mucho tiempo del día sentado es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer.
Así que si no lo haces, comienza a mover tu cuerpo al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de actividad de intensidad vigorosa cada semana.
Comer poca fibra
2
Si tu dieta no incluye fibra, te estás limitando de ingerir nutrientes importantes para prevenir enfermedades crónicas como el cáncer.
La fibra mantiene el buen funcionamiento del sistema digestivo y reduce la inflamación. Las puedes incluir en tu dieta con muchas frutas, verduras y granos integrales que representen ⅔ de tu platillo.
Consumir mucha carne y grasas saturadas
3
Algunas pruebas sugieren que los productos de origen animal como la carne roja y procesada aumentan el riesgo de sufrir de este mal.
Específicamente la carne ultraprocesada está relacionada con el incremento del riesgo de enfermedades del corazón, del cerebro y hasta el colon.
La carne roja es más ambigua, con algunos estudios que sugieren que en exceso puede ser poco saludable , y otros indican que podría estar bien con moderación.
Tomar en exceso bebidas alcohólicas
4
Consumir cuatro o más bebidas alcohólicas a la semana podría estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.
En un estudio reciente, los investigadores encontraron “evidencia convincente” de que el consumo de alcohol aumentaba el riesgo de cáncer de colon.
Previamente, un estudio encontró un mayor riesgo de cáncer de colon para aquellos que beben una bebida (o 10 g de alcohol) al día.
Asimismo, señaló que el riesgo aumenta con la cantidad consumida y que para los bebedores moderados el riesgo relativo era mayor para los hombres que para las mujeres, debido a que descomponemos el alcohol de manera diferente según nuestro género.
Abusar de los antibióticos
5
Científicos de la Universidad de Aberdeen, NHS Grampian y Queen ‘s University Belfast hallaron una relación entre el uso de antibióticos y un riesgo 50% mayor de cáncer de colon en personas menores de 50 años.
Encontraron que hay también un riesgo 9% mayor para el cáncer de colon en personas mayores de 50 años.
Los investigadores especulan que las razones detrás de este vínculo se deben al impacto de los antibióticos en la diversidad natural de bacterias dentro de la microbiota intestinal, lo que potencialmente puede conducir a una actividad bacteriana alterada e interferir con la función inmunológica normal.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.
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