Parejas que son excesivamente cariñosas tienen más probabilidades de divorciorse, dice un estudio
Una investigación siguió la relación de 168 parejas durante 13 años, evidenciando que aquellas que eran demasiado cariñosas en su matrimonio tenían más probabilidades de acabar en un divorcio
¿Alguna vez te han dicho que eres muy melosa? Entonces quizás sea momento de que prestes atención a ese detalle, pues un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology demostró que el exceso de cariño en una pareja eleva las probabilidades de que la relación acabe en divorcio.
La realidad es que puede sonar contradictorio, pero los autores del estudio apuntaron que se trataba de parejas «demasiado cariñosas», «excesivamente amorosas» o «vertiginosamente afectivas». Esto no quiere decir que ahora reduzcas el afecto que expresas a tu pareja, sino que lo regules.
Para dar con esta conclusión, los investigadores hicieron un seguimiento a 168 parejas durante 13 años, con el fin de detectar cuáles son las señales tempranas que podrían predecir un divorcio y aquellas que indican que la relación es saludable y será duradera.
En este sentido, los resultados revelaron que las parejas «demasiado cariñosas» al comienzo de su matrimonio, mostrando un nivel de afecto «más que comprensible», tenían mayor riesgo de separarse después de algunos años.
«Como recién casados, las parejas que se divorciaron después de siete años o más eran casi vertiginosamente afectivas, mostrando alrededor de un tercio más de afecto que los cónyuges que luego se casaron felizmente», escribieron los autores del estudio.
También hicieron un llamado de atención a las parejas que están por casarse, invitando a que regulen sus niveles de afecto, ya que en exceso podría ser una señal de que algo anda mal.
Y cuidado con el tiempo de compromiso, ya que que las parejas que pasan más de 2 años en esa etapa también tienen más probabilidades de acabar en divorcio.
Cuando el exceso de afecto se aplica para compensar problemas no resueltos
Este es un punto clave al que atinó la doctora Emily Simonian, terapista de familia y matrimonio, educadora de salud mental y directora de aprendizaje clínico en Thriveworks Counseling.
En su análisis acerca del estudio, la experta explica que la presencia de cariño no significa un desastre para la relación y que hay otros factores involucrados. «Si se usa el exceso de afecto para compensar los problemas no resueltos en el matrimonio, a veces puede conducir al divorcio», señaló.
Asimismo, indicó que ser demasiado cariñoso en ese escenario es un gesto de inmadurez. «Cuando eso sucede, no está relacionado con los niveles de afecto, tiene más que ver con la incapacidad de la pareja para manejar o resolver el conflicto», dijo la doctora Simonian.
Su colega Sharon Gilchrest O’Neil, terapista de matrimonio y familia y autora del libro A Short Guide to a Happy Marriage, coincidió en que existen actos de inmadurez al momento de que una pareja se demuestre afecto. «Hay gente a la que le gusta montar un espectáculo», aseguró.
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