Vacunas de refuerzo contra el COVID: 4 de 10 estadounidenses dicen que definitivamente no se aplicarán la tercera dosis, revela encuesta
El sondeo nacional sobre las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 se realizó entre el 11 y 23 de enero, siendo un periodo donde la variante Ómicron del Coronavirus ya era la cepa dominante en Estados Unidos
El proceso para administrar las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 en Estados Unidos continúa registrando números muy preocupantes. Los resultados de una encuesta de la Kaiser Family Foundation (KFF) revelaron recientemente que 4 de cada 10 estadounidenses definitivamente no se aplicarán la dosis adicional de Pfizer o Moderna.
Para el sondeo nacional participaron unos 1,500 adultos y se realizó entre el 11 y 23 de enero, siendo un periodo donde la variante Ómicron del Coronavirus ya era la cepa dominante en Estados Unidos. En aquel entonces el doctor Anthony Fauci, asesor médico jefe de la Casa Blanca, se sinceró al decir que «Ómicron alcanzará a casi todos».
En otros datos de la encuesta, el 39% de los vacunados con dos dosis expresó que deseaban obtener una dosis de refuerzo «tan pronto como puedan».
La Kaiser Family Foundation evidenció también que la intención de vacunarse está dividida en función de los bandos políticos. En este sentido, el 58% de los demócratas inmunizados y que no han recibido la dosis de refuerzo afirmaron que la desean lo más pronto posible. Un número alto en comparación al 18% de los republicanos.
«La gente ya está cansada del COVID, incluso si te has vacunado»
Esta es la conclusión a la que llegó el doctor Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Salud Pública. A su consideración, los ciudadanos están hartos del tema COVID, por lo que sienten rechazo a la continuación de los procesos de vacunación.
«Creo que la gente ya está cansada del covid; incluso si te has vacunado y no has enfermado realmente, la gente se siente protegida», dijo el doctor Benjamin. Asimismo, afirmó que no le sorprende la lentitud con la que se están aplicando las dosis de refuerzo, pues el país ya tiene antecedentes cuando se trata de la salud pública.
«Siempre ha habido una aceptación muy, muy lenta», opinó el experto. Sin embargo, también reconoció que «la cantidad de personas que se han vacunado completamente, los más de 200 millones que ya se han vacunado, es una cifra extraordinaria. Así que deberíamos reconocer que es notable».
Por último admitió que, si las cifras de vacunados con un refuerzo no es satisfactoria, significa que «no hemos hecho lo suficiente».
El poder de contagio de Ómicron no cambió la percepción sobre las vacunas de refuerzo
Para el doctor Andy Pekosz, profesor de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, la lenta aceptación de las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 «es un pequeño misterio».
«Cuando apareció Ómicron, quedó muy claro que un refuerzo era una ayuda tremenda en términos de mantener a la gente fuera del hospital, y uno pensaría que las personas que completaron su esquema inicial de vacunación serían las que estarían más que dispuestas a hacer fila para una tercera que les daría una inmunidad mucho mejor», analizó el doctor Pekosz.
Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. El experto argumentó que las vacunas de refuerzo están siendo consideradas como «algo extra u opcional» y no como una ayuda indispensable para evitar la propagación de la variante Ómicron.
3 de cada 10 estadounidenses que participaron (el 29%) dicen que la propagación de Ómicron les ha hecho más propensos a ponerse una vacuna de refuerzo, de acuerdo a la encuesta de la Kaiser Family Foundation.
Según datos que manejan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), al 15 de febrero de 2022, 92 millones de personas han recibido la dosis de refuerzo contra el COVID-19. Esto representa el 43% de la población total vacunada.
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