Mi hijo vio películas de terror y ahora no quiere dormir
Te ofrecemos tres consejos efectivos para curar la mente de tu hijo, luego de haber cometido la travesura de ver películas de terror
Si para uno como adulto es complicado conciliar el sueño después de ver películas de terror, imagínate para un niño de 6 a 10 años, por ejemplo. No es fácil digerir las imágenes de niñas poseídas que dan vueltas a su cabeza, muñecos diabólicos o los espantosos zombies que quieren devorarte.
“Chris” y “Dana” están atravesando por esa situación con su hijo “Martín”, de 8 años, quien luego de visitar y pasar la noche en casa de su amigo “Gus”, ahora le es prácticamente imposible dormir, a menos que esté en el regazo de su madre.
Ambos traviesos tuvieron la brillante idea de apagar la luz, esperar a que los padres de “Gus” se durmieran e introducirse en el catálogo de películas de horror que trae Netflix (la culpa no es de Netflix).
“Martín” confesó a sus papás lo que hizo la noche anterior, pero más que prohibirle que vuelva aquella casa, ahora necesitan buscarle una solución a la imaginación de su hijo, que sigue navegando en una ficticia “casa del terror”.
Qué hago si mi hijo no puede dormir por haber visto películas de terror
Explícale que no es real
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Con comas y detalles, cuéntale a tu hijo que las escenas vistas en aquella película de error son trabajadas con maquillajes profesionales y efectos especiales.
Asimismo, indícale que, así como algunas películas son hechas para reír, otras buscan asustar, como parte de entretención de los adultos.
Asegúrale que nadie de esa película puede llegar a él, ni verlo, ni escucharlo, ni tocarlo, porque simplemente no existe.
Proponle dejar alguna luz encendida
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Aunque no es lo más óptimo para conciliar el sueño, existen lámparas diseñadas para este tipo de casos, con luces tenues y no necesariamente blancas o amarillas, sino de colores más opacos.
También funcionan de maravilla los stickers que se pegan en las tardes y el techo, que luego brillan en la oscuridad. Esto podría brindarle la suficiente iluminación para sentirse más tranquilo.
En algunos casos, dejarle dormir con una mascota es una solución fantástica, asegurándole de que el perro o el gato van a cuidarlo. Pero ojo, siempre reiterando que en su casa y en su habitación NO HAY NADA QUE TEMER.
Tengan una maratón de películas infantiles
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Como una manera de contrarrestar el efecto negativo de las películas de terror, activen ahora una maratón de películas infantiles, llenas de imágenes alegres e historias graciosas.
Esto le ayudará a eliminar paulatinamente el recuerdo inmediato de aquellas escenas de horror que se “inyectó” en el cerebro.
Es probable que el proceso se extienda, puesto que las películas de horror, dependiendo de lo que haya visto, podría crear traumas infantiles. Si notas que tu hijo no está francamente bien, grita cuando está solo, no duerme y pierde el apetito, lo mejor es consultar con un psicólogo.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.