4 razones de por qué tenemos la necesidad de comer azúcar ultraprocesada
La hormona del estrés, el cortisol, en particular, puede generar una ansiedad por alimentos dulces reconfortantes
Cada año nuevo todos queremos comer más saludable, para cuidar de la salud, para sentirnos mejor, pero nos autosaboteamos por ‘la necesidad’ de comer alimentos dulces, salados o ricos en carbohidratos.
No es algo que te pase solo a ti, sentir esa ansiedad por estos alimentos cargados de azúcar ultraprocesados cuando intentamos mejorar la alimentación o perder peso es casi normal.
Hay muchas razones detrás del ansia de alimentos específicos y, a continuación te contaremos 4 razones de por qué tenemos la necesidad de comer azúcar en alimentos ultraprocesados.
La experta, Hayley O’Neill, profesora asistente de la Facultad de Ciencias de la Salud y Medicina de la Universidad de Bond, recomienda no hacer cambios bruscos en la alimentación sin un control médico.
Lo ideal es siempre tener la asesoría de un profesional para evitar el efecto rebote o contraindicaciones a la buena salud que se busca lograr con un cambio de dieta.
1. Caída drástica del nivel de azúcar en sangre
El azúcar es una fuente de energía clave para todos los animales y su sabor es una de las experiencias sensoriales más básicas.
«Cuando el nivel de azúcar en la sangre baja, tu cuerpo puede responder ansiando una fuente rápida de energía«, explicó O’Neill.
Y, ahí aparece la necesidad de comer, tomar azúcar y carbohidratos, porque estos ofrecen la forma de energía más rápida y fácilmente accesible.
2. Descensos de dopamina y serotonina
El cuerpo y sus neurotransmisores, como la dopamina, están involucrados en los centros de recompensa y placer del cerebro.
«En este sentido, comer alimentos azucarados y ricos en carbohidratos puede desencadenar la liberación de dopamina, creando una experiencia placentera y reforzando la ansiedad por ellos«, asegura O’Neill.
3. Pérdida de líquidos y descensos de azúcar y sal en sangre
Es común que nuestro cuerpo desee volver al hábito que conoce, e incluso busque un síntoma parecido a la necesidad de hidratación o comer algo salado.
4. Altos niveles de estrés o alteración emocional
«El estrés, el aburrimiento y la alteración emocional pueden provocar una ansiedad por comer alimentos reconfortantes», dijo O’Neill
Esto se debe a que las hormonas relacionadas con el estrés pueden afectar nuestro apetito, saciedad (sentirse lleno) y preferencias alimentarias.
La hormona del estrés, el cortisol, en particular, puede generar una ansiedad por alimentos dulces reconfortantes.
¿Qué puedes hacer con las ansias de azúcar y carbohidratos?
La experta, O’Neill, asevera que «es importante que sepas de antemano, que inicar un cambio en la alimentación provoca este «bucle de ansiedad» por comer azúcar y carbohidratos ultraprocesados».
A continuación te damos cuatro consejos para frenar esas ansias:
1. No elimines grupos de alimentos completos.
Trata de llevar una dieta bien equilibrada y asegúrate de incluir suficiente proteína en tus comidas para ayudarte a sentirte lleno y reducir la necesidad de comer alimentos azucarados y ricos en carbohidratos.
Intenta alimentarte con productos ricos en fibra, como verduras y cereales integrales. Estos te hacen sentir lleno y estabilizan tus niveles de azúcar en sangre.
Los ejemplos incluyen brócoli, quinua, arroz integral, avena, frijoles, lentejas y cereales de salvado.
Sustituye los carbohidratos refinados con alto contenido de azúcar, como galletas procesadas, refrescos o productos horneados, por otros más complejos como pan integral o muffins integrales.
2. Gestiona tus niveles de estrés
Practica técnicas de reducción del estrés como la meditación, la respiración profunda o el yoga para controlar los desencadenantes emocionales de las ansias por alimentos.
Practicar una alimentación consciente, comiendo lentamente también puede reducir la ingesta diaria de calorías y frenar los antojos y la alimentación impulsada por el estrés.
3. Duerme lo suficiente
Trata de dormir entre siete y ocho horas de calidad por noche, con un mínimo de siete horas. La falta de sueño puede alterar las hormonas que regulan el hambre y los antojos.
4. Controla tus porciones
Si decides darte un capricho, controla el tamaño de tu porción para evitar excederte.
Superar las ansias de azúcar, sal y carbohidratos cuando se intenta comer saludablemente o perder peso es sin duda un desafío enorme.