Qué son las relaciones sexuales transaccionales más allá de la prostitución
Existen 4 formas de relaciones sexuales trasaccionales: sexo transaccional ocasional, relaciones transaccionales, trabajo sexual habitual y sexo virtual transaccional
En la sociedad está muy estigmatizada la prostitución y especialmente, la persona que lo práctica, cuando es realidad son relaciones sexuales transaccionales.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), se refiere a todas las prácticas que implican el intercambio de sexo.
El intercambio de relaciones sexuales trasaccional puede hacerse por dinero, bienes, servicios, mercancías o privilegios.
El tema de la prostitución es tan estigmatizado, que existe un número de investigadores que propone utilizar el término “sexo transaccional», siempre que sea elegido por la persona que lo practica.
De este modo, se evitaría usar el concepto “prostitución” o incluso “trabajo sexual” para evitar “la estigmatización de esta actividad y las personas que la ejercen con libre albeldrío”.
De acuerdo con investigadores de la UOC, “cada vez más los estudios apuntan a que el concepto de ‘prostitución’ no sirve para reflejar toda la variedad de servicios de carácter sexual«.
Especialmente, desde la entrada en escena de las plataformas tecnológicas y las redes sociales como canal trasaccional de las diferentes relaciones sexuales.
Cuáles son las relaciones sexuales trasaccionales más allá de la prostitución
Sobre las relaciones sexuales transaccionales, el investigador Josep Maria Tamarit Sumalla, investigador principal del grupo de investigación de la UOC, presenta un estudio basado en 1,568 personas.
En conjunto con e Irene Montiel Juan, investigadora del grupo VICRIM, la investigación presenta cuatro formas de relaciones sexuales transaccional, las cuales son:
- Sexo transaccional ocasional
- Relaciones transaccionales
- Trabajo sexual habitual y
- Sexo virtual transaccional.
Los resultados demuestran los siguientes porcentajes sobre las prácticas de estas formas de relaciones sexuales:
Sexo transaccional ocasional
Unas 57 personas de la encuesta (3.7%) afirmaron haber recibido dinero, regalos u otra clase de compensación a cambio de sexo.
Al menos 21 personas manifestaron haberlo hecho entre 1 y 3 veces y, 13 personas afirmaron que lo habían hecho entre 4 y 10 veces, y otras 13, en más ocasiones.
Un número mayor de encuestados, 66 personas (4.2%), declaró haber estado involucrado en alguna relación íntima de carácter transaccional entre una persona de mayor poder económico.
Cuando ya tenía la mayoría de edad, y otra con menos recursos, las conocidas como “sugar relationships”.
Relaciones sexuales trasaccional en internet
Trabajo sexual habitual
Según los datos del estudio, “solo 10 encuestados (0.7%) afirmaron dedicarse de forma habitual a prestar servicios sexuales a cambio de dinero por internet».
En 5 casos, la motivación para ejercer el trabajo sexual es de tipo experimental; en otros 5, para conseguir cosas que no pueden obtener de otro modo, y en 2, por necesidad.
«Las respuestas no eran excluyentes”, según destaca el estudio de investigación Victimología empírica y aplicada (VICRIM) de la UOC.
Sexo virtual transaccional
Esta práctica hace referencia a la participación en interacciones en línea de sexo transaccional; por ejemplo, ofrecer imágenes sexuales, vídeos o exhibiciones sexuales a cambio de dinero.
En la encuesta, 26 personas respondieron haberlo practicado, esto representa al menos el 1.7% de los encuestados por la UOC.
En total, el número de personas que manifestaron haber estado involucradas en alguna forma de relación sexual transaccional fue de 107, (7.3% de la muestra).
De las cuales, un 71% de ellas solo practicó una de las formas de relaciones sexuales trasaccionales, 21% dos de ellas, 6% tres y 2% las cuatro.
Las relaciones sexuales trasaccionales no dependen del género y edad
Según las conclusiones del estudio, “el sexo transaccional ocasional, el sexo virtual transaccional y las relaciones sexuales de carácter transaccional no encajan con la idea social de prostitución».
Esto se debe a que «cada persona elige si se dedica a esta práctica como modus vivendi, de modo habitual y con cierta promiscuidad”, señala Tamarit.
Los investigadores profundizan en las características sociodemográficas de las personas involucradas en cualquiera de las prácticas de sexo transaccional.
Los datos que arroja la encuesta parecen indicar que no existen grandes diferencias en términos de género, sexo, edad, nivel económico o nivel de estudios.
Sin embargo, sí que señalan dos factores clave: la orientación sexual y la victimización en la infancia.
“Hemos concluido que las prácticas de sexo transaccional no son algo marginal ni son algo propio solo de mujeres o de personas muy jóvenes», resaltan en la investigación.
Aunque sí son más frecuentes entre las personas con una orientación homosexual o bisexual que entre personas heterosexuales”, añade el jurista.
“Por otro lado, haber experimentado abuso sexual o maltrato en la infancia aumenta la probabilidad de involucrarse en conductas de sexo transaccional en la edad adulta”, apunta.
“Las personas que se identificaron como bisexuales o homosexuales representan 39.8% entre quienes se involucraron en alguna práctica de sexo transaccional», detalla.
Mientras que las personas con esta orientación sexual eran 25% entre quienes no se involucraron en estas prácticas.
VIOLENCIA EN LA INFANCIA
En tanto, 36.4% de quienes se han involucrado en estas prácticas habían padecido violencia física en la infancia, mientras que entre los no involucrados el porcentaje era de 25.5%.
“La encuesta no demostró que la participación en estas prácticas sea un factor de riesgo claro de sufrir violencia física, psíquica o sexual».
Sin embargo, «sí que hay una sólida evidencia de que el ejercicio habitual del sexo de pago es un factor de riesgo de violencia”, indica Tamarit.
El estudio también señala que estas conductas no parecen seguir un patrón y conjugan componentes distintos, más allá del estatus social o económico.
Para muchos de los encuestados, la compañía, el cariño, el compromiso, la exclusividad sexual o la confianza también aparecen como factores importantes en este tipo de relaciones.
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