Este fue el fármaco que provocó la muerte de «Chandler Bing», el personaje de Matthew Perry en ‘Friends’
Un mes y medio tras su muerte, los forenses dieron con la causa de muerte de la estrella de Friends Matthew Perry, la Ketamina
Matthew Perry murió a los 54 años. Fue encontrado sin vida en una bañera de hidromasaje de su domicilio, ubicado en Los Ángeles. Crédito: Shutterstock
El cuerpo de médicos forenses de Los Ángeles que evaluaba la muerte del actor de la popular serie de TV ‘Friends’, Maththew Perry, concluyó que los «altos niveles de ketamina» encontrados en las muestras de sangre provocaron su muerte.
Perry fue encontrado sin vida el pasado 28 de octubre, y según los especialistas experimentó «efectos agudos y letales» de la ketamina, uno de ellos la «sobreestimulación cardiovascular o depresión respiratoria».
La ketamina es un fármaco potencial que se utiliza para la medicina de personas y también en las veterinarias.
Tienes propiedades sedativas, aunque sus efectos alucinógenos también lo hacen un compuesto peligroso, especialmente cuando se utiliza como una droga recreativa.
Los médicos suelen usar la ketamina como un anestésico, sedante y analgésico, pero este fármaco genera diversidad de opiniones por sus fuertes propiedades disociativas dentro de la comunidad científica.
Usos de la ketamina en la medicina
Según información publicada por la BBC, en el Sistema Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) la ketamina se utiliza como sedante, anestésico y analgésico, y también se usa para la sedación de animales.
La primera molécula fue sintetizada en 1962 por el equipo del profesor Calvin Lee Stevens, de la Universidad Estatal Wayne en Míchigan, Estados Unidos.
Dos años más tarde, esta molécula fue probada durante un ensayo clínico y rápidamente se introdujo en la práctica clínica como anestésico.
De acuerdo a lo publicado en 2019, la University College of London, se encontró que «una pequeña dosis de ketamina podría ayudar a reducir la ingesta de alcohol«, aunque recomendaron seguir investigando.
El mismo año, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y la Comisión Europea aprobaron que la esketamina, un derivado de la ketamina, pudiera ser administrado como spray nasal.
Asimismo, aprobaron que se usara como otro antidepresivo oral para tratar casos severos depresión en adultos que han intentado otros tratamientos pero no han conseguido beneficiarse de ellos.
La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), señala que «la ketamina distorsiona la percepción de la vista y el sonido y hace que el consumidor se sienta desconectado y sin control».
«Hace que los pacientes se sientan separados de su dolor y alrededores», añade. También induce a estados sedativos, haciéndonos sentir calmados y relajados y nos puede conducir a episodios de amnesia.
«En dosis bajas produce un estado parecido al alcohol, con dificultades para hablar o andar, y también puede inducir a estados de euforia que pueden durar desde 15 minutos hasta 2 o 3 horas», le dice a BBC Mundo Bruno García Mendive, especialista en anestesiología y reanimación con amplia experiencia trabajando en Cuba y España.
La ketamina: El fármaco que genera opiniones encontradas
La ketamina se comenzó a aplicar médicamente, pero el uso este fármaco divide a los especialistas, según un artículo publicado por los Institutos Nacionales de Salud en EE.UU.
García Mendive señala que genera conflicto porque la ketamina al administrarse como anestesia, puede necesitar emplear otros fármacos para contrarrestar ése efecto secundario.
Es por ello que muchos en el gremio prefieren usar otros anestésicos y optan por evitar la ketamina en varios procedimientos.
Al igual que sucede con el potencial efecto antidepresivo de otras sustancias como los hongos alucinógenos, la cobertura mediática sobre la ketamina también genera llamados de advertencia.
Este año, un grupo de investigadores liderados por Nicollette Thornton, de la Universidad de Sídney en Australia, aseguraron que la ketamina era presentada como algo «extremadamente positivo», pero con pocas referencias de su «eficacia y seguridad a largo plazo».
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