5 formas de darte cariño personal en días difíciles
Creemos, erronámente, que dedicarnos tiempo nos lleva más 'tiempo' del que podemos darnos, y eso no hace sentirnos menos amados
El cuidado personal parece imposible de lograr cuando el día a día absorbe casi toda la energía posible. Llegamos a la cama casi desechos y pensamos que deberíamos hacer más por nosotros, pero el tiempo no da para tando.
Todas estas son creencias parásitarias que nos llevan a frustraciones y la necesidad de querer hacer más, generando el desafío constante de estar bien sin cuidarnos o demostrarnos afecto propio.
La UNICEF diseñó un Manual de Autocuidado donde muestra los diferentes tipos de autocuidado y cómo se pueden poner en práctica de forma integral para garantizar la salud física y mental.
La UNICEF destaca que el autocuidado es el desarrollo de prácticas que dependen los intereses y destrezas, así como las costumbres culturales, y favorecen la toma de decisiones en para solucionar afecciones de salud.
Tipos de autocuidado personal para mejorar el autoestima
El autocuidado físico tiene siempre una interrelación con otros aspectos como el emocional, social y cognitivo.
Y se refiere a tomar consciencia de las necesidades físicas, por ejemplo: tener en cuenta los malestares corporales y atender dolencias que la persona tenga presente.
El autocuidado emocional permite identificar pensamientos positivos o negativos y descubrir los propios límites para comunicarlos de forma asertiva.
Es importante conocer quién eres como persona y vivir conforme a lo que realmente deseas. La salud emocional permite desarrollar todo el potencial para trabajar de forma productiva y hacer frente a las tensiones de la vida cotidiana.
El autocuidado cognitivo interpreta la información que recibimos del exterior, así como las ideas que se tienen sobre el mundo y sobre sí mismo/a.
Esto permite crear actividades, acciones y decisiones voluntarias que tienen como objetivo mejorar el bienestar de las funciones mentales y pensamientos.
El autocuidado social está involucrado las relaciones familiares, amigos, pareja y las personas que nos rodean a lo largo de la vida.
Está relacionada con el tiempo y las actividades que dedicamos junto otros, para fortalecer estos lazos.
El autocuidado esperitual se refiere a un aspecto más universal sobre el cultivo de la experiencia de vida y la búsqueda por conectar con lo divino, la comunidad, la vida/naturaleza y consigo mismo.
5 formas de darte cariño personal
Carta de necesidad
Según la UNICEF, una forma de comenzar estos hábitos de autocuidado es hacer una carta de necesidades, sirve para poner en palabras todo aquello que necesitas para cuidarte, por ejemplo: ¿cuáles son tus necesidades físicas, emocionales, sociales, espirituales y cognitivas?
Y luego poder trazar una lista de prioridades que pueden cambiar a lo largo del tiempo y conforme a su condición individual y colectivas.
Sacudirse la culpa
Es importante darte prioridad y hacerlo a veces significa sentir culpa por todo aquello que dejas de hacer por los demás, sin embargo, quienes te aman sabrán que estás haciendo lo mejor para ti y eso basta.
No puedes controlar todo
Las situaciones de la vida que no puedes controlar son las decisiones pasadas de tus padres, tu nacionalidad, la sociedad en la que vives, las opiniones de tu familia o la opinión que los demás tienen de ti (aún cuando influyas en ello).
Cuidar la salud física
Hacer ejercicios se relaciona con la liberación de hormonas que te ayudan a sentirte bien durante y después de la actividad.
Y es una buena forma de cuidar tu salud física, mental y emocional gracias a las hormonas de dopamina, endorfinas y serotonina, conocidas también como las hormonas de la felicidad o del placer.
Cuidar tu salud mental
El fortalecimiento de tu salud mental es fundamental para practicar el autocuidado, te dejamos una lista que puedes tener en cuenta:
- Evita enfocarte solo en el trabajo.
- Comparte diariamente con familiares y amigos.
- No consumas solo noticias devastadoras, de hecho, aléjate de ellas.
- Reduce la cantidad de estrés de tu jornada diaria. Sé amable con tu cuerpo y mente.
- Evita los ambientes tóxicos como drogas, alcohol y otros hábitos nocivos.
- Incluye en tu rutina diaria técnicas de meditación y respiración para sobrellevar momentos difíciles.
- Toma los momentos de descanso como prioridad en tu vida.
- Disfruta de la naturaleza.
- Incluye hábitos positivos en tu vida. Leer, escribir y sonreír son solo algunos de los mejores.
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