Crianza respetuosa: ¿se debe elogiar a los niños? Experta responde

La influencer y experta en Maternidad y crianza respetuosa, Alejandra Ríos, aseguró que el problema no está en alabar o elogiar a tu pequeño, sino en hacerlo sólo cuando el resultado es positivo o cuando logran algo de manera exitosa

Crianza respetuosa

A pesar de que decirle a tu hijo todos sus virtudes es algo intuitivo y que serviría para reforzar el amor que tiene de sus cuidadores, los partidarios de la crianza respetuosa aseguran que se debe hacer con cuidad. Crédito: Pexels

Cada vez más padres se interesan por la crianza respetuosa en un intento de ofrecer una mejor educación a sus hijos, haciéndolos sentir escuchados, con criterio y con las herramientas necesarias para hacer frente a la vida a medida vayan creciendo, pero hay un tema que puede resultar controversial: ¿se debe elogiar a los niños? Una experta responde.

A pesar de que decirle a tu hijo todos sus virtudes es algo intuitivo y que serviría para reforzar el amor que tiene de sus cuidadores, los partidarios de la crianza respetuosa aseguran que se debe hacer con cuidado porque podría condicionarlo a depender de la validación externa para sentirse bien consigo mismos.

Y esto es algo que podría llevarlos a sentirse muy frustrados al crecer, porque no desarrollan el autoconcepto y su autoestima se vuelve muy dependiente del entorno en el que se encuentren.

La influencer y experta en Maternidad y crianza respetuosa, Alejandra Ríos, compartió con su comunidad de más de 60 mil seguidores en Instagram su posición respecto a los elogios que los padres hacen a los hijos.

Las etiquetas de “eres muy inteligente” o “eres muy hermosa/o” pueden salirles de manera natural a los tutores de un niño.

La experta indicó que Carol Dweck, profesora de Psicología social en la Universidad Stanford, hizo unos estudios con unos niños en los que los ponían a armar unos rompecabezas sencillos.

A una parte de los niños les decían “lo hiciste muy bien, seguro eres muy inteligente” y al otro grupo: “lo hiciste muy bien, seguro te esforzaste mucho”.


Para una segunda ronda les ponían unos rompecabezas que eran más difíciles, y los resultados mostraron que aquellos niños que fueron elogiados por su inteligencia se rendían con mayor facilidad y afirmaban “no soy bueno para esto”. En cambio, los pequeños que fueron elogiados por su esfuerzo hacían el intento.

Para una tercera ronda, a ambos grupos les dieron la opción de elegir entre un rompecabezas fácil o uno difícil. El primer grupo eligió armar los puzzles sencillos. El segundo, los más complicados.

Los autores de este estudio explicaron que los niños alabados por su inteligencia creían que su valor estaba en completar la tarea de manera exitosa, mientras que los niños elogiados por su esfuerzo eligieron los más complejos y se tomaban el tiempo para tratar de resolver el desafío o buscaban alternativas, como pedir ayuda.


“(Los niños alabados por su esfuerzo) Sabían que su valor no dependía del resultado, sino de proceso”

Por tanto, Ríos aseguró que el problema no está en alabar o elogiar a tu pequeño, sino en hacerlo sólo cuando el resultado es positivo o cuando logran algo de manera exitosa.


“Si queremos motivar a nuestros niños, si queremos que crezcan con el pensamiento de ‘yo soy capaz’ y que tengan buena autoestima, debemos (como padres) valorar el esfuerzo y no el resultado”

También te puede interesar:



En esta nota

crianza de los hijos
Contenido Patrocinado