Cómo poner límites para cuidar tu salud mental: 5 técnicas de terapeutas
Un grupo de terapeutas y expertos en relaciones afectivas coincide en una serie de técnicas, personales y eficientes, para que aprendas a poner límites
No esperes que todos reciban de buena manera el hecho de que pongas límites, pero la realidad es que cada quien debe aprender a establecer los suyos y respetar el resto. Crédito: Shutterstock
Establecer límites en tu vida personal es quizás una de las tareas más difíciles de aprender y aplicar. Por más que te aconsejen poner “barreras lógicas” para evitar abusos y que te hagan daño, en favor de tu salud mental, ‘del dicho al hecho, hay mucho trecho’.
La coach Lin Sternlicht, terapeuta y cofundadora de Family Addiction Specialist, destaca los límites como “muros invisibles que nos mantienen a salvo de los demás”. Esto incluye a la familia, que suele entrometerse hasta en las redes sociales.
Por su parte, la psicoterapeuta Deborah Krevalin considera los límites como un “ingrediente crucial” para que puedas conectarte con los demás sanamente y vivir una vida saludable desde lo mental y emocional.
Asimismo, afirma que son necesarios cuando un amigo te abruma, una pareja no satisface tus necesidades o un trabajo consume más del tiempo que debería.
Pero poner límites no solo significa indicar aquello que no te gusta, sino que los demás lo entiendan y lo concienticen (al menos quienes ya te conocen). Y más fundamental es que tú mismo sepas cuáles son, porque de lo contrario, tolerarás cosas a las que no estás dispuesto.
5 técnicas de expertos para poner límites en tu vida
Priorízate
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La coach Deborah Krevalin menciona esta técnica como elemento principal para aprender a poner límites. Por lo general, terminas satisfaciendo las necesidades de todos, excepto las tuyas, incluso recibiendo elogios por tu desinterés, analiza la experta.
“Los límites se usan como una guía para que usted mismo se proteja sobre cómo responderá a diferentes situaciones, defendiendo principalmente tus necesidades”, asegura la coach Aimee Evnin, entrenadora de sexo y relaciones.
Escribe tus límites
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¿Recuerdas aquello de saber cuáles son tus límites? Pues una excelente forma de concientizarlos y aprender a establecerlos, es escribiendo cada uno de ellos.
Puede ser en un papel escrito a mano, en tu teléfono o en una nota rápida de tu computador, tratando de llevarlos contigo siempre.
“Piensa en los momentos de tu vida en los que se cruzaron los límites. En una relación o en una situación laboral, ¿cómo se sintió cuando esto sucedió? ¿Cómo violó sus valores fundamentales?”, recomienda la coach Aimee Evnin.
Asimismo, puedes elaborar un plan sobre cómo responderías a esa situación en la que cruzaron tus límites.
No compartas demasiado
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No se trata de ser egoísta ni de vivir en soledad, sino de aprender a omitir información, que no es lo mismo que mentir (ojo con eso).
“A menudo, compartimos demasiado debido a la falta de límites o la necesidad de conexión”, advierte la psicoterapeuta Charese Josie, propietaria y fundadora de Servicios de asesoramiento y consultoría de CJ.
En este sentido, si vas a compartir información personal con alguien, asegúrate de que sea digno de tu confianza. De lo contrario, si eres traicionado, se verá afectada tu decisión de compartir más adelante, y allí es donde sí entra la soledad.
No respondas preguntas que no se hacen
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¡Esto es clave! Para lograr cumplir esta técnica de poner límites, es indispensable que estés bien conectado con la conversación. Imagina que los futbolistas realmente respondan a todo lo que quieren saber los periodistas en rueda de prensa. ¿Raro, cierto?
Pues trata de hacer lo mismo, porque sueles dar respuestas a preguntas que ni siquiera se te han formulado. Recuerda, omitir no es mentir.
“Responder preguntas que nunca se formularon puede dar lugar a problemas de comunicación, malentendidos e intercambios excesivos”, dice Charese Josie.
Saca de tu vida a los tóxicos
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Lo que mejor saben hacer los tóxicos es romper límites, así que incluso antes de priorizarte (la técnica número uno), toma este paso como una antesala para el verdadero “arte” de poner límites en tu vida.
“Aunque puede dar miedo (porque quizás haya cariño), tenemos que estar dispuestos a dejar ir a las personas que no nos respetan lo suficiente como para respetar nuestros límites”, señala Deborah Krevalin.
Cuando estableces límites que son respetados, y respetas los de los demás, tus relaciones pueden ser más sanas y prósperas. La confianza suele “matar” al respeto en muchos vínculos afectivos, convirtiendo la relación laboral, de amistad o amorosa en algo realmente tóxico.
