Cómo preparar un helado casero de melón sin gluten, lácteos ni azúcar
Optar por preparar tus propios postres y snacks es una manera maravillosa de atender tus propias necesidades
Ya sea un tema de intolerancia, celiaquía, alergia, o determinación particular encontrar artículos en el supermercado que cumplan con todas esas características puede ser complicado, además de costoso y sumamente procesado en la mayoría de las oportunidades. Crédito: Shutterstock
Por diferentes razones las personas pueden preferir preparaciones que no contengan gluten, lácteos ni azúcar. Te decimos cómo preparar un delicioso y cremoso helado casero de melón que cumpla con estas características.
La sensibilidad al glúten y la celiaquía son diagnósticos cada vez más comunes y la etiqueta “gluten free” está cada vez más presente en los menús de restaurantes y supermercados.
Las alergias e intolerancias a los lácteos están más presentes de lo que imaginamos. De hecho se estima que el 80% de la población mundial la padece y la decisión por la ética de los alimentos que consumimos toma más preponderancia.
Ya sea un tema de intolerancia, celiaquía, alergia, o determinación particular encontrar artículos en el supermercado que cumplan con todas esas características puede ser complicado, además de costoso y sumamente procesado en la mayoría de las oportunidades.
Entonces, optar por preparar tus propios postres y snacks es una manera maravillosa de atender tus propias necesidades.
A propósito de ello, La cocina de Carla y Mafer, un emprendimiento de dos hermanas celíacas que se dedican a hacer contenido de recetas sin gluten en Instagram para sus más de 633,000 seguidores, compartió cómo preparar un helado casero de melón sin gluten, lácteos ni azúcar.
Lo mejor de todo es que es vegano, muy sencillo y natural, solo consiste en tres ingredientes:
– 2-3 tazas de melón sin semillas ni cáscara
– 1 taza de crema de coco (aunque también puedes usar yogurt o crema de leche veganos)
– Gotitas de stevia al gusto
Pica el melón en trozos y llévalo a la licuadora o procesadora. Añade la taza de crema de coco junto con un chorrito de stevia.
Procesa muy bien, hasta que quede una mezcla completamente homogénea. Vierte el contenido en una refractaria o envase de vidrio.
Mete la mezcla en el congelador por una hora y media. Después de que haya pasado este tiempo, sácala y rompe los cristales de hielo de preferencia con una paleta de madera. Este paso es super importante hacerlo en los tiempos adecuados porque es lo que diferenciará una pedazo de hielo de una helado cremoso.
Regresa al congelador el envase con la mezcla por una hora y media más y ya está listo para disfrutar.
¿Te animas a probarlo?
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