3 formas diferentes de meditar que puedes incorporar en tu día a día
La meditación es una práctica de autocontemplación que ofrece muchos beneficios
La maestra de meditación Joanna Rajendran afirma que así como la atracción gravitacional de la luna afecta las mareas oceánicas, la luna puede afectar el cuerpo humano de manera similar, ya que, después de todo, consiste en aproximadamente dos tercios de agua. Crédito: Shutterstock
La meditación es una práctica de autocontemplación que permite darnos la oportunidad de tomar aire, respirar y relajar la mente. Sin embargo, esta parece ser una tarea muy difícil para algunas personas. Si eres uno de ellos, te decimos 3 formas diferentes de meditar que puedes incorporar en tu día a día.
Algunos estudios han demostrado que la meditación profunda a largo plazo puede tener un efecto beneficioso sobre la microbiota intestinal, permitiendo que el cuerpo mantenga un estado de salud óptimo.
Esto incluye la respuesta inmunitaria del cuerpo, la señalización hormonal, la respuesta al estrés y el nervio vago, el componente principal del sistema nervioso parasimpático que supervisa una variedad de funciones corporales cruciales.
Adicionalmente, contribuye a encauzar de mejor manera el estrés, la ansiedad y a lidiar con la depresión; mejorar la presión arterial y la calidad del sueño.
A propósito de ello, previamente hemos escrito sobre 7 claves para meditar en casa y reducir el estrés.
Ahora, si eso representa un reto muy grande para ti, hay algunas variaciones de la motivación que pueden ser de gran utilidad.
1. Meditación de sonido: Si te consideras una persona auditiva, la profesora de mindfulness y respiración Zee Clarke aseguró a Insider que ciertas frecuencias de sonido pueden ayudarte a alcanzar un estado de relajación profunda y sanar tu mente y cuerpo.
Para hacerla, acuéstate en el suelo mientras escuchas el sonido resonante de instrumentos como cuencos tibetanos o de cristal, campanillas y diapasones que puedes encontrar en YouTube. Normalmente duran de 45 a 60 minutos, pero los estudios muestran que incluso practicar durante 15 minutos puede tener beneficios para eliminar el estrés.
Ocupa altavoces o auriculares para reproducir el sonido elegido y cierra los ojos. Sumérgete en los sonidos, notando cómo te hacen sentir, o en qué parte de tu cuerpo los sientes resonar.
2. Meditación de luna: la maestra de meditación Joanna Rajendran afirma que así como la atracción gravitacional de la luna afecta las mareas oceánicas, la luna puede afectar el cuerpo humano de manera similar, ya que, después de todo, consiste en aproximadamente dos tercios de agua.
Si eres de los que tiene más tiempo por la noche, encuentra un lugar al aire libre en el que puedas ver la luna y siéntate en una posición cómoda.
Mira al satélite con curiosidad, notando cómo se ve y se siente la luz en su rostro. Mientras, continúa inhalando y exhalando, imaginando que estás respirando la luz de la luna curativa hasta que llene todo tu cuerpo.
3. Meditación con velas: consiste en centrarse en la llama de una vela mientras haces respiraciones profundas. Encuentra una posición cómoda para sentarte en una habitación oscura y tranquila. Enciende una vela y colócala a tres pies de distancia, al nivel de los ojos o ligeramente por debajo. Parpadea varias veces y luego comienza a mirar la llama sin parpadear.
Puedes imaginar que la llama es una fuente de amor que irradia hacia tu cuerpo mientras la miras, o que está quemando sentimientos negativos o no deseados como la culpa , la ira o el desprecio por ti mismo.
O simplemente concentrarte en observar la llama, notando cómo baila, cómo cambia el color o cómo el humo se eleva en ciertas formas y direcciones.
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