Cómo la meditación puede mejorar la microbiota intestinal
Un estudio de la Universidad Jiao Tong de Shanghai con monjes tibetanos reveló diferencias significativas en la diversidad de la microbiota entre ellos y la muestra de control que no meditaba
Los agentes relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, incluido el colesterol, bajaron en aquellas personas que meditaban. Crédito: Shutterstock
¿Te gusta o parece interesante meditar? Hacerlo podría tener beneficios considerables en la salud ya que pueden estimular las bacterias beneficiosas en el intestino, según revela un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, China.
El equilibrio de la microbiota intestinal, considerado el segundo cerebro del cuerpo, contribuye a la prevención de muchas enfermedades tanto físicas como mentales y emocionales, sobre todo menor riesgo de ansiedad, depresión y enfermedades cardiovasculares.
El equipo de investigación considera que respirar profundamente ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, lo que permite que fluya más sangre a través de ellos y reduce la presión arterial.
A través de un comunicado de prensa, aseguraron que la meditación profunda a largo plazo puede tener un efecto beneficioso sobre la microbiota intestinal, permitiendo que el cuerpo mantenga un estado de salud óptimo.
Esto incluye la respuesta inmunitaria del cuerpo, la señalización hormonal, la respuesta al estrés y el nervio vago, el componente principal del sistema nervioso parasimpático que supervisa una variedad de funciones corporales cruciales.
El estudio, publicado en la revista General Psychiatry y reseñado por Study Finds, evaluó muestras de heces y sangre de 37 monjes budistas tibetanos en tres templos y 19 compañeros seculares masculinos.
Los monjes habían estado practicando la técnica durante al menos dos horas al día durante entre tres y 30 años. Los participantes no habían usado antibióticos, probióticos, prebióticos o medicamentos antimicóticos que puedan afectar a la microbiota en los tres meses anteriores.
El análisis de muestras de heces reveló diferencias significativas en la diversidad y el volumen de microbios entre los monjes y sus vecinos. Se tuvo en cuenta la edad, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la dieta. Las especies conocidas como Bacteroidetes y Firmicutes fueron dominantes en ambos grupos, como esperaban los investigadores.
“Conjuntamente, varias bacterias enriquecidas en el grupo de meditación [han sido] asociadas con el alivio de la enfermedad mental, lo que sugiere que la meditación puede influir en ciertas bacterias que pueden tener un papel en la salud mental”
Los niveles de agentes relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, incluido el colesterol, también eran significativamente más bajos.
Por estas razones, los investigadores sugieren que el papel de la meditación para ayudar a prevenir o tratar enfermedades psicosomáticas definitivamente merece más investigación.
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