«Me casé y ¿ahora qué?»: 10 prácticas para mantener un matrimonio feliz
La doctora Suzanne Degges-White explicó que elegir comprometerse a garantizar que una relación saludable siga siendo satisfactoria puede ofrecer cierta protección y ayudarlo a manejar los inevitables bajos que ocurren naturalmente
Diferentes estudios aseguran que ser parte de una relación feliz de pareja puede traer muchos beneficios a la salud y si te hace ilusión estar con tu pareja, también puedes darle el “sí quiero” a estas prácticas. Crédito: Shutterstock
Comienza el año 2023 y con él una cantidad considerable de nuevos esposos, pero y ¿ahora qué? Nadie nos enseña formalmente a cómo mantener un matrimonio feliz. Por eso, la doctora Suzanne Degges-White compartió 10 prácticas para ello.
Degges-White, consejera licenciada cuyo enfoque incluye trabajar con individuos y familias que enfrentan transiciones tales como el matrimonio, afirmó en su artículo para el portal Psychology Today que elegir comprometerse a garantizar que una relación saludable siga siendo satisfactoria puede ofrecer cierta protección y ayudarlo a manejar los inevitables bajos que ocurren naturalmente.
Sobre todo con la intención de no caer en las realidades de las estadísticas. Las estimaciones apuntan que 45% de todos los matrimonios terminarán en divorcio, pero para quedar dentro del grupo de 55% hay ciertas prácticas que pueden ser muy útiles, asegura la experta.
Diferentes estudios aseguran que ser parte de una relación feliz de pareja puede traer muchos beneficios a la salud y si te hace ilusión estar con tu pareja, también puedes darle el “sí quiero” a estas prácticas para mantener un matrimonio feliz que enumeramos a continuación:
1. Sean amigos. Suena un poco evidente, tienen que haberse casado con alguien que les agrade. Deben considerar al otro como un buen amigo además de un amante.
2. Desarrollen una identidad de pareja, es decir, identifiquen qué los caracteriza en conjunto, sin abandonar su propia identidad individual. Si hay alguna actividad o pasatiempo que el otro no disfrute, el tiempo a solas también debe respetarse.
3. Concéntrense en los valores compartidos, no solo en los intereses compartidos cuando se comprometa con su pareja. Los valores compartidos son un mejor indicador para las relaciones duraderas, su definición de ética debe ser similar, o bien, complementaria.
4. Muéstrense dispuestos a probar cosas nuevas que apasionen a su pareja. No puedes saber que algo no es de tu gusto hasta que lo hayas probado.
5. Participen en conversaciones abiertas y honestas sobre la intimidad y las prácticas sexuales. No puede optimizar sus actividades sexuales a menos que sepa lo que cada uno de ustedes quieren y necesitan. Además que se le tiene mucho tabú alrededor de estos temas.
6. Esperen y acepten que habrá desacuerdos y conflictos en la relación con el tiempo, pero usen las discusiones y los diferentes puntos de vista como herramientas para avanzar hacia una comprensión y resolución compartidas. Eviten utilizar el conflicto como una herramienta para ganar poder sobre el otro.
7. Celebren cada éxito que disfrute su pareja y ofrezcan apoyo cuando se encuentren con un fracaso. No se dejen amenazar por su éxito y no los culpe ni los avergüence cuando las cosas salen mal.
8. Respeten los estados de ánimo del otro y sus perspectivas; no traten de culparse por no ser exactamente quien quieres que el otro sea todo el tiempo.
9. Trabajen para estar en la misma página sobre sus sentimientos y emociones. Si bien cada uno de nosotros tiene una forma de abordar la frustración, la ira , la decepción, etc., la investigación muestra que cuando están sincronizados con la mejor manera de lidiar con los sentimientos, se llevan mejor. Esto puede requerir un poco de educación en ambos lados, aprender a manejar la frustración o cómo estar bien con el duelo, pero trabajar hacia un lugar de congruencia puede mostrarse mutuamente su compromiso con una relación a largo plazo.
10. Acepten que cambiarán con el tiempo, y que su relación deberá cambiar y flexibilizarse para adaptarse a esos cambios. Las personas no son estáticas y las relaciones también deben ser dinámicas.
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