10 prácticas sexuales raras… muy raras, que tu pareja podría pedirte en la cama

Más que una práctica sexual, el splosh es una parafilia en la que uno o ambos miembros de la pareja siente excitación por el hecho de jugar con la comida durante la sexualidad.

Consiste en verter comida (sólidos o líquidos) sobre el cuerpo de tu pareja, y devorarlos desde la misma piel. Las fresas y el chocolate fundido son algunas de las opciones más atrevidas.

Traducido al español significa «caricias», pero no son aquellas que se dan con las manos. Es una especie de juego previo en la que tu pareja puede pedirte que se froten ambos cuerpos con la ropa puesta.

Podría llegar a ser muy excitante, dando espacio a la imaginación y llevando las sensaciones poco a poco.

El nombre de esta práctica cambia, dependiendo de tu lugar de origen. Es un hábito muy atrevido y que seguramente muchos hombres quieren experimentar alguna vez.

Las artes rusas se refiere a la masturbación del miembro masculino, pero utilizando tus senos. El fetiche también exige que la mujer tenga un busto de tamaño adecuado para lograrlo.

No tiene nada que ver con el beso negro, porque realmente aquí no se utiliza la boca.

El beso de Singapur solo puede darse durante el coito vaginal y consiste en que el hombre permanezca quieto mientras la mujer es la que realiza los movimientos. Se dice que es muy efectivo para alcanzar el orgasmo, porque ella es quien busca los puntos de placer.

No es tan rara, pero se necesita una amplia confianza para proponerlo. El ‘bondage’ consiste en atar a tu pareja, de manos o pies (o ambos), de modo que quede sometida a todas tus caricias y maniobras de estimulación.

Como su nombre lo indica, es una práctica de origen japonés y podría ser una de las más extrañas que te pidan. El kokigami significa vestir al miembro masculino con telas u otros materiales, de modo que parezca un «obsequio» que le está ofreciendo a la pareja. Es un hábito muy atrevido que exige confianza.

También llamado «sexo fitness», consiste en tener relaciones sexuales con tu pareja con el objetivo de bajar de peso. Además de curioso, suele ser muy osado, ya que involucra un ritmo agitado y posturas acrobáticas, que exija tensión en los músculos.

Es un hábito que sugiere tener relaciones sexuales a primera hora de la mañana, es decir, sexo matutino. Pero lo interesante es que tu pareja podría despertarte con las atrevidas caricias para iniciar el acto sexual.

Es una práctica poco usual, pero que podría llegar a ser muy excitante a modo de juego previo. Consiste en que tú y tu pareja se vean masturbándose, jugando con lo visual y apartando un poco el contacto físico hasta que ya no aguanten más.

Otra de las prácticas más osadas en la sexualidad, ya que requiere de una maniobra poco convencional. El footjob es la masturbación con los pies, es decir, la mujer toma el miembro de su pareja con ambas plantas de los pies e imita el movimiento, tal como si lo hiciese con las manos.