Cómo los edulcorantes artificiales bajos en calorías pueden dañar la memoria de tu hijo
Un nuevo estudio de la Universidad del Sur de California halló que el deterioro de la memoria puede provenir de los edulcorantes que afectan los procesos metabólicos del cuerpo, lo que aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades relacionadas con el metabolismo
Los autores notaron que el consumo de azúcar artificial hizo que las ratas tuvieran menos receptores en la lengua que detectan el sabor dulce, lo que posiblemente las hizo comer o beber más alimentos azucarados para detectar el sabor. Crédito: Shutterstock
A pesar de que los edulcorantes artificiales bajos en calorías se han mercadeado bajo la consigna de que son “una alternativa saludable” al azúcar, cada vez más estudios demuestran que no es cierto. Esta vez un nuevo estudio de la Universidad del Sur de California comprobó que puede dañar la memoria de tu hijo.
El estudio, publicado en la revista JCI Insight, halló que consumir edulcorantes artificiales durante la adolescencia puede provocar problemas de memoria a largo plazo más adelante.
Los investigadores sugieren que el deterioro de la memoria puede provenir de los edulcorantes que afectan los procesos metabólicos del cuerpo, lo que aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades relacionadas con el metabolismo.
Lindsey Schier, profesora asistente de ciencias biológicas en la Universidad del Sur de California, Dornsife, explicó en un comunicado universitario que el experimento se realizó con modelos de roedores y edulcorantes bajos en calorías generalmente involucra niveles de consumo que superan con creces los niveles de ‘ingesta diaria aceptable’ de la FDA y usa solo un edulcorante.
Mantuvieron los niveles de consumo dentro de la ingesta diaria aceptable y usaron múltiples edulcorantes bajos en calorías para determinar si los efectos eran específicos de un edulcorante dado o generales entre los edulcorantes, que incluían sacarina, ACE-K y stevia.
Dividieron a las ratas en dos grupos: uno de control y el otro bebió agua endulzada con una selección de sustitutos del azúcar bajos en calorías.
Tras un mes, las ratas se convirtieron en adultos y los autores del estudio evaluaron su memoria mediante dos pruebas diferentes.
El primero involucró un laberinto donde las ratas tenían que encontrar su camino hacia la salida. Hacerlo requiere que las ratas eviten repetir caminos que encontraron como callejones sin salida.
La otra prueba involucró una prueba de memoria para ver si las ratas podían recordar un objeto que habían visto antes. Las pruebas mostraron que las ratas que bebían bebidas azucaradas mientras crecían tenían problemas para recordar objetos y caminos en comparación con las ratas que solo bebían agua.
Adicionalmente, los autores notaron que el consumo de azúcar artificial hizo que las ratas tuvieran menos receptores en la lengua que detectan el sabor dulce, lo que posiblemente las hizo comer o beber más alimentos azucarados para detectar el sabor.
Asimismo, encontraron cambios en la forma en que la glucosa en la sangre se mueve a través de sus intestinos, lo que podría indicar un mecanismo por el cual el azúcar afecta la memoria .
Y descubrieron cambios neurológicos a largo plazo en el cerebro de los ratones, siendo las áreas más afectadas las que controlan la memoria y el comportamiento motivado por la recompensa.
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