El mal humor de mi esposo es repentino y cada vez más inesperado: qué debería hacer
La experta en relaciones matrimoniales, la Dra
Cuando la expresión de la ira se vuelve persistente y/o efervescente puede tratarse más allá de una simple reacción a una situación determinada, advierte la experta. Crédito: Shutterstock
Es natural que cuando estás en una situación complicada te preguntes ¿qué debería hacer? Pero cuando se tratan de temas de pareja suele haber un poco de tabú alrededor, sobre todo cuando hay algo de violencia, física o verbal.
Te decimos qué opina una experta en relaciones matrimoniales, la Dra. Joti Samra, sobre la situación de que el mal humor de tu esposo es repentino y cada vez más inesperado.
Lo primero que debes saber es que la ira es una respuesta natural, e incluso sana, ante situaciones que transgreden los límites de cada quien. Todos la pueden experimentar, incluso regularmente, con diversos grados de severidad.
Esta emoción puede cumplir una función útil en algunas situaciones, como cuando eres amenazado, irrespetado o agredido.
Sin embargo, cuando la expresión de la ira se vuelve persistente y/o efervescente puede tratarse más allá de una simple reacción a una situación determinada, advierte la experta.
“La ira puede volverse dañina y problemática cuando no se corresponde con la gravedad de una situación, o cuando se expresa de manera inapropiada o tiene un impacto negativo en los demás”
Samra explica que en estos casos la ira suele ser una “emoción secundaria”, lo que significa que puede ser un signo de otra “emoción primaria” subyacente.
Señala que la inseguridad, el miedo/ansiedad y la depresión a menudo pueden manifestarse como ira, particularmente en los hombres, quienes lidian con la presión de no poder mostrarse vulnerables socialmente.
Si esta situación está afectando su relación, es importante tomar cartas en el asunto, dice la especialista.
Indica que se debe comenzar con una discusión general sobre los cambios que ha observado en los últimos meses.
Sé específica y objetiva al describir el comportamiento que has notado, y evita hacer suposiciones o hacer señalamientos en función de evitar que tu esposo se ponga a la defensiva.
Hazle saber que deseas colaborar para solucionar eso que le preocupa y le amenaza y que lo lleva a estar en ese estado.
Pregúntale si ha notado que las cosas se han sentido diferentes o “fuera de lugar” recientemente, y si hay cosas que le han estado molestando en los últimos meses de las que no te hayas dado cuenta.
Fija una posición resolutiva y tracen en conjunto compromisos inmediatos para minimizar el impacto de su mal genio en la relación.
En caso de que la discusión se estanque o sientan que no pueden avanzar, es oportuno buscar ayuda profesional de un psicoterapeuta que pueda proporcionar herramientas para atender la situación.
Ahora, si el mal genio deriva en agresiones física o verbales o cualquier tipo de maltrato es importante marcar distancia, siempre y cuando sea seguro y buscar el apoyo de familiares o autoridades competentes.
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