Qué es la «rueda de hámster» en tu relación: cuando discutes con tu pareja una y otra vez por el mismo tema

La conducta egocéntrica, no ceder ante la opinión de tu pareja y la deficiente conexión comunicativa-emocional son algunos de los motivos que producen esa "rueda de hámster" en tu relación durante las discusiones

Discutir con tu pareja

Discutir por los mismos problemas con tu pareja es una práctica nociva que indudablemente va agotando la energía emocional. Crédito: Shutterstock

La rueda de hámster es un pasatiempo que estos roedores tienen en sus jaulas para ejercitarse y consiste en un movimiento circular y repetitivo sin siquiera moverse del lugar. Esto hace alusión precisamente a las discusiones que puedes tener con tu pareja, una y otra vez, por un mismo tema.

Existen varios motivos para que esta situación se presente en tu noviazgo y matrimonio, pero la principal es que no se busca una solución de raíz que acabe con el problema. La conducta egocéntrica, no ceder ante la opinión de tu pareja y la deficiente conexión comunicativa-emocional también producen esa «rueda de hámster» en tu relación.

Discutir por los mismos problemas es una práctica nociva que indudablemente va agotando la energía emocional, porque al menos uno de los miembros va convenciéndose de que su pareja no comprende su posición, no le interesa o no es empática.

Esto provoca una separación comunicativa y si tu pareja comienza a evadirte para no tener discusiones contigo, según dos expertas, es más probable que termine cometiendo una infidelidad.

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Cómo evitar la «rueda de hámster» en tu relación amorosa


Alimentar la confianza

1

Esto solo se logra a través de la comunicación. Tú y tu pareja tienen que aprender a dialogar, a conocer sus opiniones, pero sobre todo respetarlas. Cuando estas bondades se cumplen la confianza se alimenta y cualquier discusión que sostengan sobre un tema puede hallar el camino de una solución.

¿Te enseñaron las normas del buen hablante y oyente? Practíquenlas y hagan consciencia de ellas, porque una interrupción abrupta puede romper la confianza de la conversación.


Practica el "arte de ceder"

2

Como diría el psicoterapeuta venezolano Carlos Fraga: «La felicidad comienza cuando dejamos de querer tener la razón».

Ceder a tu pareja, aunque tengas la planea razón, es un acto de amor sacrificado. No significa que debas hacerlo todo el tiempo, pero abre la posibilidad de que la discusión acabe y, en una análisis personal que haga tu pareja, se dé cuenta de que tú estabas en lo correcto.

Si no suele hacer esa autoevaluación, invítale a que la haga.


En lugar de criticar, pide lo que quieres

3

No es lo mismo decir: «Me gustaría que me tomaras en cuenta para una cita con tus amigos», a expresar: «Tú nunca me tomas en cuenta. Quizás hasta les caigo mal».

Además de que estás criticando, también caes en una especie de drama que tan solo empeora la confianza comunicativa. No critices, pídele a tu pareja qué es lo que quieres.


Cuidado con el drama

4

El drama es uno de los enemigos apocalípticos de la pareja, ya que tergiversa el mensaje, bloque la comunicación e interrumpe la posibilidad de ubicar una solución.

Imagina que tu novio llora cada vez que discuten. En ese preciso momento, resuelto o no, el tema queda en el aire porque la persona se declara indispuesta para continuar la conversación.


Prioriza lo que es verdaderamente importante

5

Hay discusiones que se calientan y el foco principal puede ser algo verdaderamente ínfimo. Lo correcto es que tú y tu pareja puedan identificar cuáles son los temas que requieren una conversación y una solución importante.


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