COVID: hacer ejercicio físico puede reducir hasta 42% riesgo de muerte por el virus
Un estudio de la Universidad del Witwatersrand y la Universidad de Western Ontario examinó la experiencia de más de 65,000 miembros de un programa de cambio de comportamiento y estilo de vida en Sudáfrica que contrajeron COVID-19
Hacer ejercicio físico puede reducir hasta 42% el riesgo de muerte por el COVID-19, determinó un estudio en la Universidad del Witwatersrand, en Sudáfrica y la Universidad de Western Ontario, en Canadá.
El estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine (BJSM) se convirtió en el primero en defender los beneficios protectores del ejercicio con base en datos de actividad física medidos directamente.
Examinó la experiencia de más de 65,000 miembros de un programa de cambio de estilo de vida en Sudáfrica que contrajeron COVID-19.
Para ello, compararon esa data con su historial de actividad física, que fue capturado por dispositivos inteligentes, asistencia al gimnasio con reloj y participación en eventos deportivos masivos, en los dos años anteriores a el duro encierro.
Hallaron que los mejores resultados en términos de prevención de la hospitalización, el ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI), la ventilación y la muerte se observan en las personas que cumplen con la pauta recomendada por la OMS de más de 150 minutos de ejercicio a la semana.
Si lo ponemos en cifras, en comparación con aquellos con bajos niveles de actividad, la alta participación en la actividad física se asoció con un 34% menos de riesgo de ingreso hospitalario, un 41% menos de riesgo de ingreso a la UCI, un 45% menos de riesgo de requerir ventilación y un 42% menos de riesgo de muerte.
Incluso aquellos pacientes que realizaban una actividad moderada tenían un 13% menos de riesgo de ingreso hospitalario, un 20% menos de riesgo de ingreso en la UCI, un 27% menos de riesgo de ventilación y un 21% menos de riesgo de muerte en comparación con el grupo de baja actividad.
En síntesis, cualquier forma de actividad física regular, incluso menos de dos horas y media por semana, puede proteger contra resultados graves de COVID-19.
Naturalmente el ejercicio regular beneficia al sistema inmunológico al reducir la inflamación, movilizar los glóbulos blancos para combatir infecciones, mejorar la capacidad del cuerpo para reconocer patógenos dañinos que causan enfermedades y a aliviar el estrés psicológico.
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