Embarazo psicológico: por qué ocurre y cómo lo diferencio de un embarazo real

También llamado utópico, imaginario o Síndrome de Rapunzel, el embarazo psicológico puede provocar los mismos síntomas de uno real

Embarazo psicológico

La barriga de una mujer puede crecer cuando se produce un embarazo psicológico, engañando completamente a todos. Crédito: Freepik

¿Embarazo sin bebé? Aunque el escenario suena ilógico, las evidencias han demostrado que las mujeres sí pueden experimentar una gestación sin la existencia de un feto. Los expertos también le llaman embarazo psicológico, imaginario o ‘Síndrome de Rapunzel’, un trastorno donde incluso desarrollan los mismos síntomas de uno real.

El nombre más habitual es embarazo psicológico, pero realmente todo radica en una respuesta orgánica que nace ante el sueño desmedido que tiene una mujer por convertirse en madre. Cuando estas emociones no se controlan, pasan a crear una obsesión que, entre la mente y el funcionamiento de las hormonas, se desencadenan los signos propio de una gestación.

Cuando esto sucede, el cuerpo manifiesta cambios en los senos, náuseas, mareos, dolores de espalda y hasta un aumento en el volumen de la barriga. En palabras más sencillas, la mente está convencida de que hay un embarazo y el organismo responde como si fuese real.

El embarazo psicológico no solo ocurre ante el frenético deseo de una mujer para concebir, sino también cuando presenta dificultades para ello, lo que también podría convetirse en una obsesión.

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También se produce por ideologizar la gestación como una forma de salvar una relación de pareja en crisis, y cuando hay un miedo excesivo a quedar embarazada, siendo este último caso mucho más frecuente en las jóvenes que están experimentando en la sexualidad.

Los 7 síntomas de un embarazo real que se manifiestan en uno psicológico:

1. Ausencia de ovulación y menstración

2. Aumento de la barriga

3. Cambios en los pechos

4. Sensación de movimientos desde el vientre

5. Ablandamiento del cuello uterini

6. Aumento de peso

7. Náuseas, mareos y otras molestias típicas

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Cómo diferenciar un embarazo psicológico de uno real

El primer paso consiste en realizar un test de embarazo casero y fiable, el cual lógicamente debe arrojar negativo. Sin embargo, en algunos casos el embarazo psicológico llega a ser tan poderoso desde lo hormonal que aumenta los niveles de gonadotropina, por lo que las pruebas de orina, e incluso de sangre, llegan a dar un resultado positivo.

No olvidemos que uno de los síntomas de la gestación ficticia es la ausencia de ovulación y menstruación, lo que evidencia la estimulación hormonal que produce.

Por tales motivos la forma más fiable para confirmar si se trata de un embarazo psicológico es practicar una ecografía. A través de este estudio ya sería imposible apreciar un feto si se trata de un proceso que nunca fue real.

Cuando se diagnostica este trastorno y se revela que no hubo embarazo, es necesario que la paciente asista a terapia psicológica, ya que va a experimentar las mismas emociones de una pérdida y atravesará por un proceso de recuperación mental que requiere tiempo y paciencia.

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