Alyssa Milano revivió una agresión sexual al dar a luz: cómo este tipo de violencia puede implicar un parto traumático

La actriz Alyssa Milano es madre de Milo, de 10 de años, y Elizabeth, de 7, dos hijos de los cuales está profundamente orgullosa. Sin embargo, su primera experiencia en dar a luz resultó en un parto traumático, debido a los recuerdos de una agresión sexual que se vino a su mente durante el proceso.

Para la artista de 48 años, la presencia de varias personas alrededor de su zona íntima la hizo sentir «reprimida» e incluso «invadida».

«Recordé en un momento (durante el parto) que realmente no disfrutaba el hecho de que muchas personas tuvieran acceso a mi vagina», contó Alyssa Milano para el podcast Me Becoming Mom, de la revista People.

La respuesta a la tétrica incomodidad se debía a un episodio de abuso sexual que vivió a sus 19 años. “Recordar ese momento, de sentir que me estaban sujetando y que me estaban haciendo cosas que no quería, me revivió mucho a una agresión sexual», señaló.

Alyssa Milano, nacida en Nueva York, describió aquella fatídica escena durante un concierto. En medio de la aplastada multitud que le cortaba hasta la respiración, la actriz fue abusada por la mano de un desconocido. Indefensa y sin opciones de ayuda, ni siquiera pudo denunciar al culpable.

«Sentí una mano subiendo por mi falda y me golpearon repetidamente en la vagina. No podía darme la vuelta, miré hacia el escenario, a los guardias de seguridad, pero no pudieron ayudarme (…) No denuncié porque no sabía a quién y no le dije a nadie porque tampoco sabía a quién», contó la artista en 2018.

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Cómo una agresión sexual puede implicar un parto traumático

La doctora Rebeca Moore, psiquiatra perinatal, explica que aún no existe una definición estándar de diagnóstico sobre el parto traumático. Sin embargo, ella lo califica como “una respuesta negativa y debilitante a nivel fisiológico y emocional a partir del parto”.

«No tiene por qué estar necesariamente relacionado con un riesgo para la vida o con un trauma desde el punto de vista médico. Se trata del impacto psicológico que la experiencia de parto ha generado en la madre», añadió la especialista, quien tiene experiencia en el tratamiento contra la ansiedad y depresión.

De acuerdo a estudios que se han realizado, tanto la agresión sexual como el parto son eventos de naturaleza sexual, lo que permite que este tipo de violencia se vea reflejado en el proceso de dar a luz.

En este sentido, la experiencia corporal del parto desencadena recuerdos del abuso sexual, lo que afecta la capacidad de una mujer para gestionarlo con normalidad. Debido al estrés del parto traumático, puede percibir un dolor más intensa, llevando incluso a una lesión perineal.

Según el portal Crianza Natural, cuando los gineco-obstetras tienen conocimiento de que la mujer ha sido víctima de un abuso sexual, están más dispuestos a conceder la cesárea, un método que les otorga mayor control de sus emociones.

Si este tipo de situaciones no son controladas por un profesional, el parto traumático puede alcanzar un daño severo, afectando la capacidad de la madre para conectar con su bebé en actividades de crianza, e incluso perjudicaría la lactancia materna.

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