¿Por qué tener sexo de reconciliación es tan satisfactorio?
100 parejas recién casadas sirvieron de puente, durante seis meses, para hallar las tentativas respuestas
Más que razonamiento o interpretación, es una cuestión de cultura. El sexo de reconciliación ha sido tildado como una de las expriencias más apasionadas que las parejas pueden experimentar en su intimidad. Luego de un conflicto verbal, quizás con señalamientos y culpas, una curiosa pausa entre besos y abrazos los lleva a la cama.
Una realidad es que el escenario ha sido omitido en el plano de la investigación. Por qué estos picos de adrenalina sexual y liberación de frustraciones solo se producen bajo la “renovación de un amor mutuo” y que rara vez se logra a través del sexo ordinario.
El portal Psychology Today hace mención a un artículo publicado en Archives of Sexual Behavior, donde las psicólogas Jessica Maxwell y Andrea Meltzer se vieron interesadas en “desnudar” el mito.
Para las dos especialistas, “las relaciones íntimas tienen dos elementos en común: sexo y conflicto”, siendo el segundo incluso más inevitable en una relación. Esto debido a la diferencia en preferencias y deseos de las personas.
Para poder ofrecer una respuesta acertada desde la psicología sexual y el deseo de reconciliación, ambas doctoras se dedicaron al estudio de 100 parejas heterosexuales, recién casadas, durante 14 noches.
Antes de obtener los resultados, Maxwell y Meltzer se formularon tres preguntas:
1) ¿Es más probable que el sexo ocurra en días de conflicto?
Aquí hay algo que es claro, y es que una discusión puede elevar los niveles de estrés, amortiguando el deseo sexual. Sin embargo, las expertas aclaran que “la excitación fisiológica de una actividad puede transferirse fácilmente a otra actividad”.
2) ¿El sexo después de un conflicto es más satisfactorio?
Es la pregunta clave del estudio, pero tiene dos consideraciones. La primera es que para la cultura pop, el sexo de reconciliación es “extremendamente satisfactorio”. Pero los sentimientos negativos causados por el conflicto pueden persistir durante varios días.
3) ¿El sexo amortigua los sentimientos negativos de un conflicto?
Las discusiones de pareja, dependiendo de lo importante que sea el motivo, conducen a un estado de ánimo negativo y de dolor, los cuales podrían ser “reemplazados” en el sexo de reconciliación. Sin embargo, también se asemejaría al hecho de aplicarle alcohol a una herida que sigue expuesta.
Luego que transcurrieron las dos semanas, cada pareja del estudio respondió a un breve cuestionario donde se aplicaron las interrogantes precisas acerca del conflicto, sexo y satisfacción. Pero la clave para hallar las tentativas respuestas estuvo en el contacto, seis meses después, que las psicológas sostuvieron con cada matrimonio para abordar las mismas preguntas.
Sexo de reconciliación vs vida matrimonial
Aunque la cultura admite que es el “mejor sexo de todos los tiempos”, estos episodios no tienen ningún efecto sobre la satisfacción matrimonial a largo plazo. Y es que al parecer es una etapa que solo funciona en parejas que llevan poco tiempo juntos.
En una de sus conclusiones, Jessica Maxwell y Andrea Meltzer explican que luego de un conflicto, en matrimonios de seis meses o más, hay menor deseo de un contacto íntimo.
Pero también quedó evidenciado que los niveles más altos de satisfacción sexual y matrimonial se experimentaron en los días que una discusión antecedió al encuentro íntimo, a diferencia de aquellos donde el sexo no fue una opción tras la pelea marital.
Para las psicológas, esto sugiere que las parejas “pueden estar usando el sexo de reconciliación como una forma de aliviar los malos sentimientos que vinieron por el conflicto”.
En tercer lugar, los datos indican que el sexo de reconciliación ayuda a las parejas a superar los sentimientos negativos del conflicto, al menos en el momento. Sin embargo, el sexo de reconciliación no tiene ningún efecto sobre la satisfacción matrimonial a largo plazo.
La conclusión final es que las parejas que participan regularmente en el sexo de reconciliación se sintieron mejor exclusivamente ese día, pero no eran más felices en general que los matrimonios que no lo hacían.
También consideraron las personalidades de la pareja como un factor clave para determinar las decisiones e interpretaciones. Para algunos, el sexo de reconciliación es un extremo que debe evitarse para no dañar el matrimonio a largo plazo, pero otros lo ven como un “enamorarse de nuevo”.