Mamá primeriza: 5 cosas que debes saber y que nadie te dirá

El embarazo, el parto y finalmente la llegada del bebé supone grandes retos para la madre

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Ser mamá primeriza supone grandes y hermosos retos. / Foto: Unsplash

Cuando eres mamá primeriza, el embarazo equivale a la última temporada que pasarás contigo misma y serás dueña absoluta de tu tiempo. Después, con el parto y la llegada del bebé, te convertirás en madre y eso requerirá gran parte de tu tiempo.

A la par recibirás todo tipo de consejos de amigas, de familiares, de otras madres experimentadas y hasta de internet, pero estas son cinco cosas que debes saber y que nadie te dirá.


Cuando crees que “no estás haciendo nada”…

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La ropa está tirada por toda la casa, los trastes sucios, el piso sin barrer, las camas destendidas… Para mamá, la llegada del bebé a casa supone que el día deja de tener 24 horas, las noches dejan de existir y se pierde la noción del tiempo.

Efectivamente, tendrás poco tiempo para las labores de casa, porque toda tu atención estará centrada en el bebé, pero aún cuando creas (o alguien más lo piense) que no estás haciendo nada, estás haciendo lo mejor que puedes hacer por tu pequeño: acompañarlo y atenderlo en sus primeros días en este mundo desconocido para él.

La lactancia es un gran regalo para tu bebé, pero…

Nadie duda de los beneficios que la lactancia tiene para el bebé y para la madre, primeriza o experimentada: tu leche estará especialmente diseñada para las necesidades de alimentación e inmunológicas de tu recién llegado; pero, sobre todo en los primeros meses, requiere de mucho tiempo. Para decirlo claramente: requiere de sentarte un par de horas, cuatro o más veces al día, sólo para alimentar a tu bebé.


Si eres una mujer activa puede que esta pausa te cueste un poco de trabajo, pero en el largo plazo verás sus grandes beneficios: además de que tu bebé crecerá fuerte y sano, el vínculo que desarrollarás con él, en ese momento tan íntimo que es la lactancia, no tiene comparación y es irremplazable, así que keep calm y disfruta esas horas de tranquilidad que pronto pasarán.

Papá también cuenta

Si cuentas con tu pareja a tu lado, deja que se involucre en la crianza, que tenga momentos a solas con el bebé, que tenga una actividad exclusivamente suya, como el baño por la noche o las canciones de cuna. Un recién nacido necesita fundamentalmente a su mamá, pero su papá también es parte de su vida. Deja que establezcan un vínculo y escucha las sugerencias de tu pareja, porque ellos también tienen algo qué decir y muchas veces pueden sorprenderte.

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Foto: Unsplash

Tu bebé no es de carreras

Es común que muchas madres empiecen a contar los logros de sus bebés desde el día uno, pero el orgullo de mamá es irrelevante para el bebé. Un bebé necesita que lo amen y lo dejen vivir sus etapas naturalmente, sin apresurarlo ni ponerlo a competir con nadie. Déjalo vivir sus etapas y disfrútalo, porque eso que escucharás todo el tiempo a partir de ahora, de que los niños crecen muy rápido, es verdad: el tiempo pasa volando, así que disfruta todo lo que puedas vivir al lado de tu bebé, sin prisa.

Todo pasará

Las noches sin dormir, los cólicos, los llantos sin razón aparente, las enfermedades, pasarán un día; lo mismo las primeras sonrisas, los balbuceos, los juegos, sus primeros descubrimientos. El aparente caos en el que vive una madre primeriza, no es eterno; un día será diferente. Así que disfruta todas las etapas de tu bebé y los retos que te planeta tu nueva vida. Date permiso de vivir y gozar estos primeros meses con tu bebé, aunque parezcan caóticos y difíciles. Nada es eterno.


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