Por qué esto es lo que NO debes comer para la cena

Diversas investigaciones señalan que el consumo de alcohol reduce la calidad general del sueño, especialmente cuando se bebe en exceso. Además, es una toxina que agrava la ansiedad, el estrés y puede incrementar tu necesidad de comer carbohidratos, con lo que se completará un círculo vicioso que puede provocarte más que una pesadilla.

Papas, arroz, pastas, pizzas, jugos de fruta, pan, pastelillos, son alimentos muy comunes en el plato a la hora de la cena, pero por su alto contenido de almidones y carbohidratos simples se metabolizan como azúcar y elevan tus niveles de glucosa e insulina en la sangre. En palabras simples, esto significa que se almacenan como grasa. Es mejor comer proteínas y vegetales.

Cenar comida hindú puede ser una gran tentación, especialmente si te gustan los sabores fuertes y exóticos o si hace frío, pero puedes pasar una mala noche si te dejas llevar por el impulso. Los picantes y los condimentos pueden causar acidez estomacal que te impida conciliar el sueño o te provoque malestar.

Después de una ardua semana de trabajo probablemente un fin de semana quieras recompensarte con una buena hamburguesa acompañada de papas fritas; total, es una vez a la semana. Pero debes saber que consumir grasas en la cena y en cualquier momento del día dificulta la digestión y afecta el funcionamiento del tracto gastrointestinal. Ahórrate el antojo y le evitarás una mala noche a tu estómago.

Chocolates, algunos tés, bebidas energéticas y, claro, el café, se encuentran en esta categoría. La cafeína es una sustancia que afecta la función de los neurotransmisores de nuestro cerebro, por lo que puede mantenernos en alerta, evitar que nos sintamos cansados y conciliemos el sueño. Así que reserva este tipo de alimentos para las horas diurnas.