7 achaques físicos que pueden ser resultado de un malestar emocional

Tu cuerpo es también reflejo de tu mente y de tu corazón

dolor

Nuestro cuerpo refleja también lo que pensamos y sentimos. / Foto: 8photo - freepik

Aunque durante muchos años el mundo científico se negó a incluir el estado emocional y mental como parte de un diagnóstico clínico, hoy más que nunca la medicina está comprendiendo que un ser humano es la suma de muchos factores, no sólo de lo que le ocurre a su cuerpo. Es decir que cuando hablamos de enfermedad o bienestar, la mente y el corazón también tienen mucho qué decir.

Cada vez existe más información a este respecto. Según un diccionario emocional, estos son algunos achaques físicos pueden ser resultado de un malestar emocional y tener una raíz más profunda que sólo un problema corporal.



Padecimientos que pueden estar vinculados a nuestras emociones

insomnio
Foto: Unsplash

Alergias

Las alergias revelan nuestra incapacidad para adaptarnos a una persona o a una situación determinada, así como contradicciones internas. La clave para mejorar este síntoma es aceptar nuestra necesidad de reconocimiento y aceptación, así como trabajar en nuestra flexibilidad para admitir a los demás y a nosotros mismos tal como somos.

Ansiedad

La ansiedad, tan común en estos días, proviene de un temor que en realidad no tiene motivo. Quien la padece está alerta de un peligro imprevisible y que no puede identificar bien. A menudo, imagina cosas que no han ocurrido y que muy probablemente no ocurrirán. Estar consciente de nuestros pensamientos y nuestra fantasías puede ayudarnos a sobrellevar este problema.

Dolor o tensión en el cuello

El cuello es una parte flexible del cuerpo, así que sus afecciones reflejan nuestra inflexibilidad y nuestro deseo de controlarlo todo y a todos. Además señala una incapacidad de mirar hacia otros puntos y enfrentar situaciones que no nos gustan.

Dolor o tensión en la espalda

En la columna vertebral se centra toda la capacidad de movimiento del cuerpo, por lo que identificar bien la zona del dolor nos puede ayudar a encontrar el verdadero motivo de la molestia. Por ejemplo, tener dolor en la parte baja de la espalda puede reflejar un miedo a perder la capacidad de moverse de un lado a otro; un dolor en la espalda alta puede deberse a una posible “carga” emocional o de responsabilidades.

Estreñimiento

Mantener las heces dentro del cuerpo puede tener su raíz en nuestra dificultad para desechar viejas ideas que ya no nos funcionan, o bien, cuando nos vemos forzados a dar algo que en realidad no queremos dar. Identificar esas ideas y tratar de abandonarlas puede ayudar.

Insomnio

Suele reflejar un miedo a soltarse y abandonar el control, un miedo a ser vulnerable ante situaciones de peligro reales o ficticias. También se relaciona con la culpabilidad consciente o inconsciente que nos hace pensar que no merecemos descansar. La relajación es fundamental para superar esta condición.

Obesidad y sobrepeso

La acumulación de tejido adiposo en nuestro cuerpo puede relacionarse con una necesidad de protección ante otras personas que nos exigen demasiado y a quienes no podemos decir que no. También puede tener un trasfondo para huir del deseo sexual.

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La relación entre los padecimientos físicos con nuestras emociones y nuestros pensamientos es un tema apasionante, pero sumamente profundo. Estas breves descripciones son apenas una probadita de lo que puedes encontrar si decides buscar más información confiable al respecto. Así que ya tienes por dónde empezar.

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