¿Es mejor el azúcar moreno que el blanco?
Ninguno de estos dos tipos de endulzantes son buenos para la salud por sus pobres nutrientes y riesgos en los padecimientos de enfermedades como diabetes y obesidad
Ni el moreno ni el blanco, el consumo excesivo de cualquiera de estos dos tipos de azúcar es nocivo para la salud, destaca la química y divulgadora científica española Débora García Bello en su investigación sobre esta sustancia dulce.
“No hay diferencias nutricionales relevantes entre el azúcar blanco y el azúcar moreno. Ambos son azúcar libre y su consumo según la Organización Mundial de la Salud ha de minimizarse”, concluye la investigadora en su artículo “Azúcar moreno, ¿mejor que el azúcar blanco?”, publicado en Cuadernos de Cultura Científica.
La divulgadora destaca igualmente que sustituir un azúcar por otro no reducirá el problema de su consumo; y su recomendación es: “Si realmente queremos plantarle cara al problema” de mejorar nuestra salud, debemos “endulzar cada vez menos todo lo que consumimos y comer más productos frescos y menos procesados, que son los que más azúcar añadido contienen”.
Azúcar nocivo
El consumo excesivo de azúcar eleva los riesgos de padecer enfermedades como la diabetes y obesidad, así como padecimientos del corazón. Estos son los principales motivos por los que la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir un máximo de 25 gramos de azúcar al día.
No obstante, destaca la química Débora García Bello, que alcanzar esa cifra es más sencillo de lo que parece, “ya que además del azúcar que añadimos al café o a las infusiones, consumimos azúcar añadido en multitud de alimentos”.
Propiedades del azúcar blanco y del moreno
El azúcar blanco como moreno son esencialmente sacarosa, con una pureza del 85% o más. “El pequeño porcentaje restante, que es melaza y agua, contiene una insignificante cantidad de minerales y vitaminas”, dice la investigadora.
Asimismo, ambos tipos de azúcar aportan 4 calorías por gramo; y desde el punto de vista nutricional no aportan nada, según la química.
Por otra parte, la presencia de vitaminas y minerales de la melaza del azúcar moreno es lo que suele usarse como razón para sustituir un azúcar por otro, aunque esta no sea relevante desde el punto de vista nutricional, acota García Bello.
“La cantidad de minerales o vitaminas que se encuentran en el azúcar moreno es tan baja que, para alcanzar un nivel simbólico para el organismo, habría que consumir mucho más azúcar del recomendado, así que lo que se presenta como virtud, realmente enmascara el verdadero problema: el consumo excesivo de azúcar libre”, indica.
También apunta que hay que tener en cuenta que el azúcar moreno tiene un contenido en melaza que es amarga, y un poder edulcorante menor al azúcar blanco, por lo que resulta tentador utilizar más cantidad para llegar al mismo dulzor.