Los 7 signos físicos de que estás bebiendo demasiado alcohol y debes dejarlo ya
Desde una piel cansada y amarillenta, muy oscura alrededor de los ojos, hasta problemas estomacales constantes y una variación en el peso, son algunos de los síntomas del exceso de este tipo de bebidas
Preocupados por el aumento de la ingesta de bebidas alcohólicas durante la pandemia, los médicos de cabecera del Reino Unido Luke Pratsides, del Hospital Numan, y Sanjay Mehta, del The London General Practice, informaron las 7 señales físicas que indicarían que una persona estaría tomando de más, por los peligros que el alcoholismo implicaría en el corto y largo plazo en su salud.
Entre las señales que muestran que una persona estaría ingiriendo demasiado alcohol están los cambios en la piel, subida y bajada de peso, hematomas, entumecimiento u hormigueo en manos y pies, problemas estomacales, acidez e infecciones bacterianas repetidas que a continuación te explicamos con información compartido por los doctores Pratsides y Mehta al Daily Mail.
Piel seca y amarillenta
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Beber alcohol puede tornar la piel a opaca y cansada, pero el abuso de esta bebida a largo plazo puede debilitar el sistema inmunológico y eventualmente conducir a infecciones crónicas de la piel o piel amarilla como resultado del daño hepático, indicó el doctor Pratsides.
«Estos pueden variar en gravedad», explicó. Los primeros signos incluyen piel seca y oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos debido a la deshidratación y la falta de sueño con el consumo excesivo de alcohol”.
El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede generar la dilatación de los vasos sanguíneos ocasionando enrojecimiento facial, especialmente alrededor de la nariz y las mejillas, señaló el doctor.
Asimismo, destacó que «el abuso de alcohol a largo plazo puede debilitar el sistema inmunológico y reducir la capacidad del cuerpo para curar y combatir infecciones, lo que puede provocar ulceraciones e infecciones cutáneas crónicas».
En el daño hepático alcohólico avanzado, conocido como cirrosis, el hígado ya no puede funcionar con normalidad y la piel puede volverse amarilla.
Subida y bajada de peso
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El alcoholismo puede conducir a la pérdida o al aumento de peso, indicó el doctor Pratside. «En las primeras etapas del alcoholismo, algunas personas pueden aumentar de peso porque el alcohol contiene una gran cantidad de calorías, que a menudo se metabolizan en el cuerpo como azúcar», explicó.
Estas calorías del alcohol son calorías vacías, lo que significa que no tienen valor nutricional y se almacenan en forma de grasa. Asimismo, este tipo de bebidas pueden estimular el hambre y las personas pueden desear alimentos ricos en grasas, aumentando de peso como exceso de grasa corporal, señaló el doctor.
Por su parte, el doctor Mehta agregó que el alcohol también afecta el metabolismo del cuerpo, lo que incluye ralentizar el proceso de descomposición de la grasa corporal, debido a que el cuerpo, en particular el hígado, se concentra en descomponerlo.
Respecto a la pérdida de peso, Mehta dijo que también puede ocurrir cuando el consumo excesivo de alcohol ha afectado las hormonas involucradas en el hambre. “Beber demasiado alcohol de manera más regular puede engañar al estómago y a la mente con la sensación de sentirse lleno a través de la manipulación de ciertas hormonas que son involucrado en el apetito”, apuntó.
Asimismo, agregó que «como resultado, las personas pueden terminar consumiendo menos alimentos, lo que resulta en una menor ingesta de calorías y nutrientes».
Moretones
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Los moretones inexplicables también pueden ser una señal de que se está bebiendo demasiado alcohol.
“Una de las principales funciones del hígado es producir sustancias químicas que promueven la coagulación normal de la sangre; y el alcohol afecta esta función», indicó el doctor Pratside, por lo que los alcohólicos no pueden dejar de sangrar fácilmente, lo que podría provocar “grandes hematomas debido a golpes y golpes relativamente pequeños».
Entumecimiento u hormigueo
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Un signo de dependencia del alcohol puede ser entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos, indicó el doctor Mehta.
«Esto se conoce como neuropatía alcohólica y es cuando ciertos tipos de nervios se dañan debido al exceso de alcohol, lo que resulta en una disminución de la sensación de las manos y los pies, así como inestabilidad», explicó al Daily Mail.
Esto «ocurre debido a que los nervios periféricos que transmiten señales entre el cuerpo y el cerebro a través de la médula espinal están dañados por el exceso sostenido de alcohol», agregó.
Problemas estomacales
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El consumo excesivo de alcohol puede conducir a la producción excesiva de ácido estomacal, indicó el doctor Pratside.
«Los síntomas iniciales pueden ser reflujo ácido o acidez estomacal a medida que el exceso de ácido sube por el esófago y causa una sensación de ardor en el pecho o la garganta», explicó.
“Con el tiempo, el ácido puede irritar y erosionar el revestimiento del estómago y provocar úlceras de estómago”, agregó.
Asimismo, señaló que «las úlceras de estómago pueden provocar dolor, vómitos y, en el peor de los casos, hemorragias catastróficas que ponen en peligro la vida, y que se manifiestan como vómitos con sangre».
Acidez
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La acidez se puede desencadenar cuando el exceso de alcohol daña las superficies internas del estómago, indicó el doctor Mehta.
«Esta es la sensación dolorosa y ardiente que puede irradiarse desde el estómago hacia el pecho o incluso la garganta», explicó.
El alcohol puede desencadenar acidez de estómago o exacerbar la condición en aquellos que ya la padecen, debido a que este tipo de bebidas producen más ácido en el estómago, lo que a su vez puede erosionar las superficies internas de él, agregó.
Y continuó: “El esófago también se ve afectado a menudo, debido a que el esfínter entre el estómago y el esófago se relaja cuando bebemos alcohol, lo que permite que el ácido del estómago fluya hacia arriba (desde el estómago hasta el esófago), donde el revestimiento no está tan bien construido para tolerar tal acidez”.
Infecciones bacterianas constantes
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Debido al impacto negativo que tiene el alcohol en el sistema inmunológico, es más probable que la persona adicta contraiga infecciones bacterianas, indicó el doctor Mehta.
«El alcohol afecta la capacidad del sistema inmunológico para defender al cuerpo contra ciertas bacterias y virus dañinos, lo que impacta la susceptibilidad de un individuo a las infecciones bacterianas», explicó. «Esto puede dar lugar a más resfriados, gripes u otros tipos de infecciones».