Cómo el consumo alto de azúcar afecta la salud mental
Investigaciones citadas por la nutricionista Marysa Cardwell señalan que la ingesta de importantes cantidades de esta sustancia produce, entre otras afecciones, picos y caídas rápidas de azúcar en la sangre, provocando ánimos fluctuantes
Diferentes estudios han encontrado que el consumo alto de azúcar se ha asociado con un aumento de la presión arterial y la inflamación, condiciones relacionadas con la depresión; así como a picos y caídas rápidas de esta sustancia en la sangre, provocando niveles hormonales y estados de ánimo fluctuantes.
Asimismo, los efectos similares a los de la adicción del azúcar sobre los niveles de dopamina (la sustancia química del placer y la recompensa en el cerebro) podrían relacionar la ingesta frecuente de azúcar con la depresión, refiere el portal Real Simple.
«Las investigaciones muestran que consumir demasiada azúcar agregada puede provocar problemas de salud crónicos como diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas; pero también está altamente relacionado con los desequilibrios del estado de ánimo e incluso puede conducir a la depresión a largo plazo», dice la nutricionista Marysa Cardwell citada por el portal.
¿Qué cantidades de azúcar de mesa deberíamos comer para evitar afectaciones de salud mental?
Los estadounidenses consumen actualmente un promedio de más del 13% de azúcares agregados por día, lo que excede la recomendación de las Guías Alimentarias para los estadounidenses de consumir menos del 10% de azúcares agregados en el total de calorías diarias y las de la American Heart Association, refiere el portal Real Simple.
«Las fuentes principales incluyen bebidas endulzadas con azúcar, postres, bocadillos dulces y café y té endulzados», señala Cardwell.
Pero saber que los azúcares agregados pueden afectar negativamente el estado de ánimo no significa que deba renunciar por completo a las cosas dulces. En lugar de una bebida endulzada con azúcar, Cardwell recomienda hacer infusiones con frutas cítricas frescas y hierbas, como limón, naranja y menta, para una opción refrescante e hidratante.
«O cambie una barra de bocadillos azucarados por algo más alto en proteínas y grasas saludables para ayudar a estabilizar el azúcar en la sangre y ayudarlo a sentirse satisfecho. Hummus y galletas, mantequilla de maní y tostadas de granos germinados, o un puñado de nueces y una pieza de fruta son excelentes opciones», apunta Cardwell.
La fruta es naturalmente dulce y está repleta de vitaminas, minerales y antioxidantes, además de fibra y agua para ayudarlo a mantenerse hidratado y lleno. Si desea terminar su comida con algo dulce, intente mezclar frutas congeladas como plátanos o mango para hacer un delicioso helado para un dulce, recomienda la nutricionista.
También sugiere leer las etiquetas nutricionales de los productos alimenticios envasados y buscar azúcares agregados, especialmente cuando se consumen productos aparentemente saludables como cereales para el desayuno, barras de granola o leches no lácteas.