Negligencia médica: 4 consejos para proteger tu salud
El error humano, profesional o ético de un médico, que provoca daños en un paciente o que empeora su condición, es lo que se conoce como negligencia médica
Si bien muchos profesionales de salud están respaldados por la clínica u hospital, una negligencia médica podría causarle demandas legales. Crédito: Fizkes | Shutterstock
Investigaciones recientes han demostrado que la negligencia médica es un problema latente en los hospitales de Estados Unidos. Al menos 1 de cada 4 pacientes experimentó un evento adverso perjudicial, producto de errores que pudieron haberse evitado. Sin embargo, aún existe confianza depositada en un médico de atención primaria.
Según publica el New York City Bar Association, la negligencia médica consiste en una mala práctica profesional y se produce cuando un doctor, enfermero o proveedor de atención de salud comete errores o no se rige a los procedimientos legales. Como resultado, el paciente se enferma, sufre un daño específico o su condición empeora.
También existe el gaslighting médico, una forma de negligencia donde el profesional de salud invalida las preguntas o síntomas de un paciente, retrasando el diagnóstico, tratamiento y resultados finales.
“Los pacientes pueden experimentar una gran variedad de cosas, desde sentir que sus preocupaciones son ignoradas hasta que se les dice directamente que lo que sienten no es real”, analiza Caitlin Donovan, directora sénior de la Patient Advocate Foundation.
Y frente a estas preocupaciones, los propios expertos en salud pública ofrecen sus recomendaciones personales y de derecho, de modo que el paciente pueda proteger su salud cuando detecte o no que podría ser víctima de una negligencia médica.
4 consejos para evitar una negligencia médica
Conoce tus derechos
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Muchos los pacientes que acuden a hospitales, creen o sienten que no tienen derechos, cuando es todo lo contrario.
De hecho, la Asociación Estadounidense de Hospitales creó una declaración de derechos para pacientes, que sirve como guía en los hospitales, a través de leyes que protegen dichos derechos.
Tienes derecho a ser atendido, a ser tratado adecuadamente y con respeto, a recibir un tratamiento (en caso de que exista) y utilizar las instalaciones disponibles en un hospital.
Comienza por conocer todos tus derechos.
Pregunta e insiste
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Durante una consulta médica surgen dudas, explicaciones que no están claras, confusiones con los tratamientos e incluso la necesidad y pertinencia de una segunda opinión.
El consejo que ofrecen los expertos en salud es que preguntes e insistas hasta que hayas comprendido la información del médico. Si lo haces con diplomacia, el proveedor no debe tener problemas en repetir u ofrecer más detalles.
Asimismo, se recomienda a los acompañantes y cuidadores que también hagan sus preguntas, de modo que el paciente reciba la atención y tratamiento adecuado.
Pide una comunicación clara
3
Cuando se trata de brindar un tratamiento o más comúnmente, ofrecer un diagnóstico, estás en todo tu derecho de pedirle al médico que sea claro en la comunicación y sobre todo sincero.
Un proveedor que oculta información para cuidar el estado emocional del paciente, pudiera ser considerado, pero a su vez está cometiendo una negligencia médica. Lo mismo ocurre si es muy crudo o asume una postura desesperanzada.
Busca al defensor
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En la mayoría de los hospitales debe haber una persona que siempre tiene papeles en la mano, va de un lado a otro y tiene una oficina pequeña. Incluso, su trato es diferente, porque no es médico. Es el defensor de pacientes.
También le llaman enlace, representante de pacientes o simplemente trabajador social. Este profesional siempre estará interesado en ti, en tener tus registros, tus datos y brindarte la asesoría asociada con tus derechos en un hospital.
Si bien no puede cambiar un diagnóstico médico, atenderá tus preocupaciones sobre procedimientos, medicamentos, comportamientos y cómo te sientes respecto a la atención que recibiste.
Cuando buscas y trabajas con un defensor, automáticamente estás reduciendo el riesgo de ser víctima de una negligencia médica.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.
