Qué medicamentos pueden alterar tu sentido del gusto
Según investigaciones, hay fármacos que pueden provocar un "trastorno del gusto", haciendo que percibas sabores distorsionados a través de tus comidas y bebidas
Cuando inició la pandemia del COVID-19, que los expertos en salud pública ofrecieron la lista de síntomas recurrentes, uno de los que más llamó la atención fue la «pérdida de gusto y olfato». Desde entonces, es un signo al que todos se mantienen alerta. Sin embargo, debes saber que también hay medicamentos que alteran los sabores.
Según investigaciones, más que una pérdida, se trata de un «trastorno del gusto» inducido por fármacos. El tipo más común, de acuerdo al portal Salud y Fármacos, es la «disgeusia», una condición en la que puedes percibir sabores distorsionados.
«Los pacientes con disgeusia pueden experimentar un sabor metálico o sensaciones excesivamente dulces, amargas o saladas. Mientras que la ‘parageusia’, un subtipo de disgeusia, implica sabor a comida dañada», se lee en el sitio web.
Finalmente, está la ageusia, que es la pérdida total de una de las cuatro sensaciones básicas de sabores, es decir, dulce, salado, amargo y ácido.
Qué medicamentos alteran los sabores y por qué
Aunque la lista es amplia, la mayoría de antibióticos para tratar infecciones bacterianas pueden causar una alteración en el sentido del gusto.
Lo mismo sucede con los antidepresivos, tanto los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, y los tricíclicos.
También alteran el sabor, los antifúngicos, antihistamínicos (loratadina), antipsicóticos, antivirales, medicamentos para el trastorno bipolar, para controlar la hipertensión, fármacos contra la epilepsia, protectores gástricos, sedantes y estatinas.
Consulta aquí la lista completa de fármacos.
La alteración del sabor ocurre después de que ingieres un medicamento y tu estómago lo absorbe, porque el componente activo se transfiere de la sangre a la saliva, provocando una distorsión amarga del sentido del gusto.
Con el uso prolongado de estos fármacos, se acumulan en las papilas gustativas, alterando aún más el sabor y dejándote un sabor amargo.
Otro efecto secundario de estos medicamentos es que interrumpen la función normal de las papilas gustativas, transmitiendo al cerebro señales distorsionadas que conducen a experimentar sabores metálicos, desagradables o haciendo que lo amargo sepa dulce.
En algunos casos puede ser peligroso, porque te será más difícil identificar cuándo un alimento está malo, tomando en cuenta que el gusto y el olfato están ligados. De allí la importancia, por ejemplo, de saber cuándo una carne cruda se echó a perder, aunque no huela mal.
Lo normal es que, tras el término de los medicamentos, poco a poco recuperes la normalidad en tu sentido del gusto. En caso de que se prolongue, es pertinente que visites a un médico.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.