3 Claves para ganar al perfeccionista que invade tu mente
Las tasas de perfeccionismo aumentaron en las últimas décadas, disparándose entre 2006 y 2022
El perfeccionismo es un rasgo del carácter que permite alcanzar metas muy satisfactorias y afrontar los retos que depara la vida.
Pero cuando esa cualidad se convierte en un propósito existencial, cuando alguien lo aplica a cuanto hace y le rodea, puede convertirse en un gran enemigo de su propio bienestar.
El perfeccionismo a menudo se origina debido a las expectativas tempranas que se nos imponen desde la infancia.
Los mensajes de que solo el éxito absoluto es aceptable pueden provocar una búsqueda implacable de logros y evitar el fracaso a toda costa.
Las presiones externas, ya sean familiares, sociales o culturales, pueden alimentar este patrón.
Las personas que padecen perfeccionismo suelen presentar una serie de características y comportamientos distintivos.
¿Cómo se ve un perfeccionista?
Las personas con tendencias perfeccionistas tienden a ser sus críticos más severos. La autoexigencia extrema puede ser una reacción al miedo al juicio de los demás.
La necesidad de mantener una imagen impecable puede generar ansiedad y estrés, lo que a su vez perpetúa el ciclo de perfeccionismo.
Búsqueda de control y evitación del dolor
El perfeccionismo a menudo surge como un intento de controlar nuestro entorno y nuestras emociones. Surge la creencia irracional de que, si podemos controlar todos los aspectos de nuestra vida y evitar cualquier error o fracaso, podremos evitar el dolor emocional.
Sin embargo, esta búsqueda constante de control puede ser agotadora y limitante.
Efectos del perfeccionismo en la vida
El perfeccionismo puede afectar profundamente nuestra salud mental y emocional. Puede llevar a una autoestima frágil, ansiedad, depresión e incluso a la procrastinación debido al miedo al fracaso.
Además, puede tener un impacto negativo en nuestras relaciones, ya que la búsqueda implacable de la perfección puede crear una desconexión con los demás.
Thomas Curran, profesor asociado de psicología en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres que dirigió el análisis, dijo que el tipo de perfeccionismo que más aumentó: Es conocido como la creencia de que los demás esperan que uno sea perfecto.
Hoy en día, un joven tiene más probabilidades de sacarse una puntuación más alta en este test a diferencia de alguien que se lo hizo hace décadas.
Podría haber varias causas para este repunte: el aumento de las expectativas de los padres, las presiones escolares, la ubicuidad de las personas influyentes en las redes sociales y la publicidad.
La sensación de no ser lo suficientemente bueno o de que “las circunstancias de mi vida actual son inadecuadas o insuficientes han creado una rueda implacable donde no hay alegría por el éxito y hay mucha autocrítica”, sostuvo el Dr. Curran.