5 consecuencias de tener un gato en casa, aunque nos encanten
Con el cariño y respeto que merecen los gatos, te compartimos algunas consecuencias que vas a sufrir cuando tomas la decisión de adoptar un felino, pero la buena noticia es que la mayoría son evitables
Aclaratoria: en Estar Mejor amamos a los gatos, pero esto no significa que tener alguno convierta tu casa en la octava maravilla del mundo. Las mascotas, además de ofrecer alegría al hogar, se convierten en una responsabilidad, que también implica ciertas consecuencias o calamidades.
Lo mismo sucede con los perros, ojo, porque no se trata de una preferencia por uno u otro, sino que quizás vas a tener problemas diferentes, pero problemas al fin. Por ejemplo, viajar cuando tienes mascota y tener que dejarla en casa, puede llegar a ser sumamente difícil, pero acá te compartimos 4 tips.
Con el cariño y respeto que merecen los gatos, te compartimos algunas consecuencias que vas a sufrir cuando tomas la decisión de adoptar un felino. La buena noticia es que la mayoría son evitables, dependiendo de las atenciones y el tiempo que le dediques.
5 consecuencias de tener un gato en casa
Probable haya animales muertos en casa
1
Los gatos por naturaleza son depredadores y así le mantengas una taza llena de comida, es muy probable que quieran cazar algunos animales que haya en el patio o en el jardín.
En ocasiones los utilizan para jugar al «corre y te atrapo», pero una vez que el desafortunado invitado fallece, tu gato simplemente lo dejará tirado.
Puede pasar con aves pequeñas, insectos y ratones, tal vez.
Es recomendable que lo esterilices
2
Indistintamente, si es macho o hembra, el consejo de los profesionales es que esterilices a tu gato. De esta manera controlas su reproducción y los molestosos ruidos cuando el felino está en celo.
Cuando los esterilizas, también su pelaje se vuelve brillante y se convierten en animales muy caseros.
La mala noticia de todo esto son los gastos extras con el veterinario. Asimismo, un gato implica vacunas, tratamientos para desparasitarlo, antipulgas, alimento de buena calidad y, por supuesto, la arena sanitaria.
La maloliente caja de arena
3
A menos que tengas un jardín donde le permitas hacer sus necesidades, lo que tampoco es una excelente noticia, puesto que deberás recoger los excrementos si no quieres que el patio esté maloliente.
Además, cuando tu gato deja sus heces en el jardín, es probable que atraiga a más gatos que también se sentirá motivas a hacer «pipi» y «popo» en tu propiedad.
Es allí cuando recurres a la caja con arena sanitaria, una solución que también tiene sus calamidades. Tenerla en casa significa que debas atenderla lo más seguido que puedas, porque si bien ellos entierran sus heces, seguirán allí desgastando el producto.
Hay arenas especiales, ecológicas y aromatizadas, pero no dejan de ser costosas, así que, en pocas palabras, es una responsabilidad diaria que vas a necesitar atender.
Dañan los muebles
4
Para que un gato no estropee tus muebles, existen algunos trucos que aquí te contamos.
Sin embargo, por más que los apliques, el felino se mueve y actúa por instinto, así que no podrá aguantarse las ganas de clavarle las uñas a la tela de los muebles cuando pase cerca de ellos.
Los pelos por todos lados
5
Si bien algunos gatos sueltan más pelos que otros, prácticamente son una garantía en tus muebles, tus sillas, tu cama (si le permitas estar) y tu ropa, cuando deseas subirse a tus piernas.
Claro que no es mal de morir. Puedes comprar una aspiradora pequeña o usar rodillos con pega mágica para extraerlos.
El mal asunto es que deberás hacerlo todo el tiempo, sobre todo si no quieres salir de casa y llevar pelos de gato en tu espalda, sin siquiera darte cuenta.
Fuera de estas consecuencias, tener un gato puede ser maravilloso (al igual que un perro). Dependiendo de cómo los eduques y críes, pueden ser cariñosos, leales, juguetones, graciosos, protectores y sabios. La participación de la familia también es importante para que su estadía sea cómoda para todos, incluyendo la propia mascota.