Queremos tener intimidad con mi pareja, pero el bebé no nos deja: qué hago
Desear la intimidad con tu pareja, en medio de la crianza de un bebé, es naturalmente complicada, pero no te desanimes, porque hay algunos tips que puedes aplicar con creatividad e ingenio, de modo que aprovechen una buena oportunidad
¡Bienvenido al club! Tener un bebé y querer intimidad con tu pareja es uno de los retos más grandes que pueden afrontar las madres y padres, principalmente porque demanda tanto tiempo que la idea de sostener un encuentro sexual, cómodo y placentero, podría esfumarse en un mínimo llanto.
Pero no te desanimes, porque es una situación supernormal, no solo te ha pasado a ti y ahora deberás ingeniártelas con tu pareja para recuperar es vida sexual, lo que exige creatividad, oportunidad y eleva el deseo íntimo.
La buena noticia de todo esto que quieres hacer el amor con tu pareja, lo deseas, porque en otros hogares se pierde la chispa, la química y es probable que esa sexualidad no vuelva a ser la misma, o simplemente no vuelva, dependiendo de la disposición para remediarlo.
Qué hago si el bebé no me deja tener intimidad con mi pareja
Anticípate a los hechos
1
Por más que esté despierto, en algún momento del día o de la noche, tu bebé va a dormirse profundamente y debes anticiparte a ese hecho.
En la medida de las posibilidades, tomen una ducha, preparen el escenario y vayan accionando el juego previo, de modo que cuando el bebé se duerma ya estén más que listos para su intimidad.
Usen el comodín: llamar a un amigo
2
Sobre todo las abuelas, siempre están dispuestas a cargar a sus nietos, apapacharlos mientras duermen y pasar un largo rato con ellos. Claro, si están dormidos o muy tranquilos.
Luego que se preparen para la sexualidad y le lleven el bebé a una de las abuelas, tendrán el terreno listo para disfrutar. Obvio, no van a comentar en qué andan, así que invéntense un descanso, reunión laboral u otro asunto importante que atender, sin dar detalles.
Enfócate en que sea un momento placentero, pero rápido
3
No hay mejor momento para aplicar el famoso «rapidito» que teniendo un bebé. Esto significa que podrían saltarse el juego previo y elegir entre el sexo oral y el coito vaginal.
«Sexo de contingencia», pudieras llamarle, pero vamos, que en tiempos de guerra un simple roce puede hacer maravillas.
¡Paciencia!
4
Prepárate para episodios sexuales interrumpidos, tener que posponerlos en el último momento o la frustración de no haber aprovechado una oportunidad que era perfecta.
La sexualidad en medio de la crianza, naturalmente, es complicada, pero si tienes paciencia y aplican ingenio, podrán salirse con la suya. Además, siempre podrán aprovechar momentos de romance, apoyo emocional y erotismo, que también son muy reconfortantes.
Conversa con tu pareja y manténgase en sintonía con lo que está ocurriendo: una sexualidad deseada que está siendo entorpecida por la crianza de un bebé. Sin ambos son concientes de ellos, no tendrán que reprocharse, sino más bien apoyarse hasta la llegada de un momento perfecto.